Narra Emma.
Un día nuevo, una burla nueva, un desprecio nuevo, pero al carajo todos, yo solo necesito una taza de café y siento que podré sobrevivir a un día más.
Desperté temprano como de costumbre por el delicioso olor a café que llegaba desde la cocina, mi madre siempre dice que es lo mejor para tener un buen día. Me levante de la cama y como de costumbre lo primero que hice fue correr al baño a realizar mis necesidades, lavar mi cara y dientes. Me detuve un momento para mentalizarme que yo no estoy mal y los malos son ellos. Me acerqué al closet y tome lo primero que vi, da igual que me ponga igual será un día miserablemente, tome unos jeans negros un poco desgastados, un suéter verde olivo y los primeros zapatos que encontré , solo agarre mi cabello lo más rápido que pude y me dirigí a la cocina, muchas veces lo único bueno de mi día es tomar esa deliciosa taza de café que mi madre siempre prepara para mi.
Salí rápido por que solo faltaban 15 para mi primera clase. Me monte en mi auto, algo viejo pero lo suficientemente nuevo como para hacerme llegar a tiempo. Llegue a mi escuela y lo primero que vi fueron a dos chicos besándose justo enfrente de donde pare mi auto, patéticos, subí unos cuantos escalones para entrar a mi edificio y estaban esas chicas fastidiosas que nunca tienen nada bueno que decir.
-Mira nomás quien llego, la estupida Tompson, no sabemos ni por que vienes, nadie te quiere aquí-escupió Ashley
Déjala Ashley, a un lugar tiene que ir, ni en su casa la han de querer, con eso de que su papá la abandonó-le hizo segunda Jessica-
Golpe bajo, el tema de mi papá siempre me da para abajo, yo se que no fue mi culpa pero de igual manera me duele que se haya ido. Sin embargo hice cara de que no me
Importó a pesar de que por dentro quería echarme a llorar. Me apresuré a mi salón y me senté como habitualmente en el fondo del salón...
GRACIAS por leer, dure muchísimo sin entrar aquí, esperemos sigan conmigo ⏰
