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Descubrimientos exitosos

Después de cualquier evento de crossfit, siempre hay una especie de "merienda" con aperitivos saludables (frutas, galletas de avena, pancakes de proteína..) y un poco de música, para hacer tiempo mientras no es la hora de cenar. Mi papá y yo siempre íbamos a todas, y siempre conocíamos a alguien nuevo. Me encantaba sociabilizar con todo el mundo, al igual que a mi papi. Allí conocimos a una pareja genial, Pedro y Luisa, que viajaron de Medellín a Bogotá sólo por el evento. Ambos, como se puede deducir, eran adictos al crossfit, y además yo sentí que eran muy buenas personas, que encajaban muy bien con nosotros. Fue tan grande la confianza que cogimos que esa misma noche nos fuimos a cenar juntos. Mi papá les invitó a un restaurante, mi favorito: "Entrellamas". Los mejores asados de todo Bogotá, y me atrevería a decir de Colombia entera. Los amaba con toda mi alma. Hubo un momento, mientras esperábamos a que nos sirvieran, en el que Luisa me dijo:
- ¿Sabes Dani? Me muero por que conozcas a mi hija. Seguro que os hacéis muy amigas y además tiene un año más que tú.
+¡Bárbaro! -respondí-. Me muero por conocerla y decirle que tiene unos padres que valen oro.

Todos nos reímos.

-¿Qué les parece si la semana que viene, después del evento en Medellín, cenan en nuestra casa y se quedan allí a descansar? No conviene montarse en el avión ebrio, y no me hará el feo de no probar el vino estrella de Medellín, uno que nosotros mismos elaboramos, señor Still.
+ Ante esa situación, acepto encantado, señor Martínez.

Esa noche, después de cenar, acompañamos a la pareja al hotel donde estaban instalados y regresamos a la casa.