que seas mis ojos

Capítulo siete

    narra, Marina.

los días pasaron, para ser mas exactos una semana, que no hablo con Lucía y siempre la veo con su amiga, por lo que se hoy no vino y entonces esta sola, decido no darle importancia a eso, y sigo con mis cosas,

  narra Lucía

hoy Gabi no vino y me voy a sentir muy sola todo el día me dirijo hacia mi siguiente clase cuando de pronto, me tiran de el pelo y caygo al suelo,

miren, es la pequenita de la escuela, no tendrías que estar acá le sigue otra,
siento un golpe en la cara, y luego otro y un tironde pelo y un golpe en el estómago, mis lagrimas no dejan de salir, yo no merezco esto, lloro con todas mis fuerza, y de mal modo entiendo que no me puedo defender,
un golpe en mis labios me hace probar el gusto de mi sangre, cuando una voz las detiene,

déjenla en paz grita alguien, creo que es Marina, escucho unos pasos que se alejan y una Marina, al lado mío en el piso, estas bien?
si digo sentandome, me duele un poco el estómago le digo con un hilo de voz, ven vamos a la enfermería me dice tomándome en brazos.

no es necesario le digo a Marina pero ella no me hace caso y me lleva a la enfermería
mientras vamos me doy cuenta que Marina es alguien alta, o eso pienso yo,

al llegar, marina me deja sentada en la camilla mientras ella habla con la enfermera que esta hay .

que le paso, pregunta la enfermera a marina unas chicas la golpearon dice marina con furia, la emfermera se acerca a mi y me revisa, por suerte todo esta bien, y me dejan irme a mi casa a descansar

al llegar a mi casa, decido contarle todo esto a gabi con un mensaje,

hola amiga, puedes benir para mi casa?

si puedo ir paso algo?

acá te cuento

bueno, en un ratito te veo

voy a ver si mi madre me lleva y te aviso

5 minutos despues gabi me manda que si va a venir y la espero en la salita de estudio que hay abajo por que gabi no puede subir con la silla de ruedas a mi habitación

10 minutos pasaron y gabi llego, después de contarle todo, se quedo enojada, con esas chicas y muy sorprendida con marina, ella no es de hacer estas cosas, de ayudar a los de mas,
me dice gabi, pensando un poco, pero sabes quienes fueron? no, le dije la verdad que no tengo idea, eran 2 chicas, al parecer, o mas,
bueno, por suerte Marina te ayudo, por que si no sería mucho peor, y los maestros ya saben?
si mi madre se encargo de eso, seguro las castigan por lo que paso

seguimos charlando con gabi de otras cosas, cuando ya era hora de irse

al otro día, me levanto como todos los días para ir a la escuela, me coloco un jean una remera un suéter y un par de zapatillas,

bajo a desayunar y me voy a la escuela,

    narra, marina,

me dirigía hacia mi siguiente clase, cuando unos gritos llaman la atención me acerco corriendo, y veo que le están pegando A Lucía, todo me da vueltas no sé qué pensar lo primero que hago, es detener a las chicas Al verme, las chicas salen corriendo y me quedo sola con Lucía, me pongo a su altura y le pregunto estás bien? Si me responde ella solamente me duele el estómago me dice con un hilo de voz sin pensarlo mucho, me levanto y la tome en brazos y nos dirigimos a la enfermería ella me dice que está bien que no es necesario pero yo no le doy mucha importancia y la llevo a la enfermería cuando llegamos, la dejo sobre la camilla y le digo a la enfermera me pregunta qué pasó yo con furia le digo unas chicas la golpearon.

Me quedo hasta que le dicen que ya se puede ir a su casa, y desde ahí decido irme yo a mi siguiente clase, al día siguiente a llegar a la escuela lo primero que pienso es cómo estará Lucía? Vendrá al escuela? Todas y estas dudas me asaltan sin poder contenerlas por suerte nuestra primera clase, es geografía y no tengo con ella me acerco a su banco y le pregunto hola, hola me dice ella que estás bien si me responde ya estoy bien solamente me duele un poco el labio ya sabes por el golpe me responde, bueno me alegro de que estés bien me quedé muy preocupada ayer no te preocupes estoy bien                      ,   Bueno me alegro respondo me voy a volver a mi lugar si? Sí claro, nos veremos después bueno adiós