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Haechan

Recordaba los antiguos días en dónde todo solía ser más simple para todos, incluyéndome.

Mis noches consistían en sueños del pasado o pesadillas, con ligeras discrepancias que solo me hacían pensar en si yo era una persona con una verdadera moral.

Me carcome por dentro el hecho de que pude haber sido culpable en los hechos sucedidos que involucraban a mi familia, y que por ser el hijo menor no haya tenido la suficiente madurez de no dar una opinión concreta para la difícil situación que pasábamos por ese momento.

—¿Haechannie, estás despierto?—preguntó ChaeRin, mi hermana mayor, desde el otro lado de la puerta. Agradecí que me haya sacado de mis bizarros pensamientos —¿Haechan?— tocó la puerta.

—Voy, voy— comenté mientras caminaba hacia la puerta.

—Buenos días, campeón. ¿Qué tal dormiste?— preguntó con una sonrisa mientras despeinaba mi grisáceo cabello.

ChaeRin es mi hermana mayor por solo 4 años, y a sus ya 23 tiene su propio departamento, trabajo y está a tan solo unos meses de obtener su título. Es increíble que pueda vivir con su novio, Doyoung, y el hermano menor de éste, Jaemin. Sin mencionar que también vivo con ella.

—Lo normal, ni bien ni mal. ¿Qué tal tu?— hablé, contestando con una sonrisa algo fingida.

—No mucho, tengo tantos deberes que ya no descanso como antes de que entrara a la universidad, pero ya me acostumbré, aunque algo me dice que tú no, tus ojeras han aumentado— manifiesta con un tono de regaño y preocupación. —¿Son los sueños, cierto?— concluye con una seria mirada.

—¿Enserio? vaya, supongo que es también por la universidad— hablo con un tono risueño, intentando que mi hermana deje pasar el tema, pero sigue con la misma expresión de antes —ya lo has dicho tú, los sueños cada vez son más intensos, siento que llegaré a un punto en el que estaré en un callejón sin salida y que no seré capaz de hacer algo al respecto.

Me toma de los hombros y me voltea a ver seria, como hace unos instantes, pero me transmite un sentimiento de preocupación junto con un toque de carisma. Sé que no me va a regañar.

—Yo ya te he intentado ayudar, e incluso Doyoung que está estudiando psicología, pero esto es más serio. Buscaremos un psicólogo profesional y saldrás de esta, lo sé, eres alguien fuerte y tienes mi apoyo para todo lo que hagas, ¿vale?

Me siento reconfortado con sus palabras, la esperanza vuelve a mí y siento que me hago más fuerte, aunque en realidad no es del todo así.

Pero a veces me importa más la salud de mi hermana que la mía, así que asiento con una sonrisa, la cual me responde de misma manera.

—Ahora ve a cambiarte, tenemos que ir a desayunar porque ya es algo tarde.

Cerré la puerta para cambiarme y de paso no tener que escuchar los besos mañaneros que le da a Doyoung hyung, me da asco el simple hecho de que se besen sin antes haberse lavado los dientes o al menos haberse enjuagado la boca.

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Después de haber desayunado paseamos por el lugar con el fin de encontrar un regalo.

Un día antes de Año Nuevo decidí reunirme con mis amigos, y llegamos al acuerdo de hacer un intercambio de regalos, y no me pudo haber tocado mejor persona que la adorable Minha.

Minha es una gran amiga desde la secundaria, al igual que todos, pero mis sentimientos por ella son tan profundos que la vuelven diferente ante mis ojos.

Veo, pienso y actúo de manera diferente cuando estoy con ella.

Pensé en regalarle un LP, un libro o una paleta de sombras, ya que adora con su vida los tres. Aunque Jaemin me recomendó que un LP de Michael Jackson sería perfecto.

ChaeRin me ha dicho que es bueno que Nana me aconseje, pero a la vez no.

—Supongamos que Nana también tiene sentimientos por ella. Probablemente esa es la razón por la que la conoce también e incluso te aconseja qué regalarle. Y en caso de que sus sentimientos sean verdaderos, los serán más que los tuyos, y ahí te darás cuenta de que ya no podrás hacer absolutamente nada.

Jaemin no es capaz de sentir algo por ella, yo lo siento. Es un gran amigo mío, eso sería una traición muy grande.

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Regresé a casa con las manos vacías, pero con una nueva idea en mente.

Un LP de Michael Jackson.

ChaeRin tenía una emergencia en el trabajo y Doyoung hyung había salido con otros dos hyungs, Taeyong y Johnny, lo cual significaba que ambos llegarían tarde o hasta la mañana del día siguiente.

Jaemin ya estaba dormido en su cuarto, y yo me acababa de despertar de una siesta en el sillón, con el propósito de irme a dormir a mi cama.

Apenas di unos pasos hacia el cuarto escuché un ruido.

—Probablemente no esté dormido— supuse sobre Jaemin.

Al dar dos pasos más escuché un ruido más fuerte, más desconcertante.

—Probablemente es Copito— supuse de nuevo.

Los ruidos seguían, cada vez más rápidos y más fuertes, a tal punto en el que me di cuenta de que provenían de mi cuarto y no del de Nana.

Observé por el casi nulo reflejo de la sombra, y no se encontraba nadie adentro, no encontraba sombra alguna.

Jaemin no podía ser, y al ver que Copito, mi gato, pasó a lado mío con dirección a mí habitación sentí perfectamente como cada poro de mi piel se enchinaba.

Fui corriendo por el bat de béisbol que tenemos por seguridad y me encaminé con el mejor valor que encontré.

Me coloqué delante de la puerta, tragué saliva, y entré.

Abrí lentamente la puerta, temblando, para encontrarme con varias sorpresas, pero con una que resaltaba más que todas las demás.

soul ; lee donghyuk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora