El me miro con una cara confundida, como si su mundo fuera yo, aquella frase me había llegado al corazón; "Por que el?, y no yo?" Esa frase la tenía en mi mente desde que la pronunció.
—Santiago... por que? Por que somos hermanos, déjate de tonterías, y déjame limpiarte.
Tome un frasco con alcohol y unte un poco en una gasa, esparcí la gasa por toda la cara de Santiago hasta que tuviera toda el rostro con alcohol, no hubo contacto en ese momento, el solo se quedaba inmóvil mientras yo lo limpiaba.
—Sigues enojado? —Pregunto yo, con una voz un tanto molesta.
—No, no estoy enojado Al... solo déjame en paz y tranquilo.
Me tomó del brazo y me sacó de su habitación... ¿por qué? Por que mi hermano se tuvo que enamorar de mi?
—No seas inmaduro, si? —Hable desde el otro extremo de la habitación, y me senté adelante de la puerta.
—¿Qué es lo que quieres Al? Déjame tranquilo! —Dice Santiago, dándole un pequeño golpe a la puerta. Siento como él se recarga encima de la puerta.
—Quiero qué... dejes de pensar en mi. —Dije, con una voz aguda.
Él abrió la puerta, y me tomó de la mano.
—Te amo Al, te amo con todo mi ser, eres lo único que amo en esta vida. —Dice... tomándome de las manos.
—No, tú no me amas, solo sientes una atracción hacia mi, y es por que estás confundió si? Yo soy la única chica con la cual te has llevado bien toda la vida, es por eso Santi. —Suelto mis manos que estaban junto a él, y miro hacia la fotografía que él tenía en su cuarto, éramos inseparables cuando éramos niños, ese día lo recuerdo Perfecto, la lluvia caía fuertemente y no podía abrochar mi abrigo y Santiago se había ofrecido a abrocharlo con fuerza y lo consiguió.
Fotografía—Recuerdas ese día? —Pregunto yo, con una sonrisa en mi rostro.
—Si, lo recuerdo perfectamente. —Ambos olvidamos todo y recordamos ese aquel momento mágico.—Ese día. Fue muy especial para mi... —Dice él.
—Igual, por primera vez, te considere un hermano... —Sonreí yo, sin pensar que él odiaba que fuéramos hermanos.
—Al... tu me... amas?
—Santiago... yo amo a Mauricio, el es mi novio; y tú lo sabes perfectamente.
El suspiró, y volteó hacia la ventana.
—¿Por qué somos hermanos? ¿Por qué tengo que enamorarme de mi hermanastra?
—No lo sé, pero necesitas encontrar a una chica que ames, una chica que te guste.
—No, no lo haré. Por que me quedare con ella, y luchare por su jodido amor...
—Santiago-... El tomó mis mejillas y las acercó a él, y rozó lentamente sus labios con los míos, bajo una de sus manos a una de mi entrepierna y me susurró; "Te amo como nadie lo ha hecho, y mataría por uno de tus besos..."
—N-No lo hagas... —Supliqué...
—Al, tengo que hacerlo...
Se acercó a mi, haciendo que mi respiración se empiece a agotar, suspire hondo, el me miraba con sus ojos azules con un toque verdoso, y sin decir una palabra, me beso, el encajo sus labios en los míos, y me besó desesperadamente, algo en mí decía que tenía que hacerlo, sé que estaba mal, pero en verdad tenía que hacerlo.
Así que reaccione al beso, ambos introdujimos nuestras lenguas, haciendo que fuera más intenso, y después de besarnos durante algunos minutos, Él pasó sus labios hacia mi cuello, yo solo accedí, y disfruté aquel momento clandestino.
Él besaba casi paulatinamente mi cuello, y mis labios... mientras que una de sus manos seguía en mi entrepierna. Pero algo me despertó a mi aquella realidad.
—No... está mal, aléjate de mi... —Me separe de él, en cuanto pude, y salí de su habitación.
En el pasillo, encontré a mi madre, quien iba al cuarto de Santiago.
—Al, querida... ¿Pasa algo?
—N-No, madre; todo en orden.
—¿Qué hacías en la habitación de Santiago?
—Curándolo... es solo eso.
—Al, que tienes en el cuello? —Maldición... los chupetones
—Em... estuve con Mau hace rato, ya sabes...
—¿Pero cuantas veces te he dicho que no te hagas chupetones...?!
—Esta bien madre, no lo haré nuevamente...
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"Hermanastros"
RomanceEmilia es una chica de 16 años, cuando era pequeña su padre falleció, y años después su madre se casó con un hombre el cual tenía un hijo; Claudio Meyer. Años después ambos entran a ala preparatoria, pero Claudio está cansado de ocultar lo que sient...