Eres arte al despertar y al quedarte dormida. Eres arte cuando besas y tocas de esa manera, mujer, eres arte. Eres arte cuando cuentas historias, cuando las vives y más aún cuando las inventas. Lo eres mientras sonríes, mientras hablas, mientras gritas. Eres arte cuando te peinas y lo eres todavía más cuando entre sentimientos te despeinas. Eres arte cuando te vez al espejo y te preguntas si realmente eres bonita, eres arte. Eres arte cuando lloras y te ahogas en tu llanto. Eres arte cuando evades las preguntas, frecuentemente los silencios. Eres arte cuando amas la vida después de reír. Eres arte cuando te pintas los labios. Y eres arte también cuando los déspintas con un beso. Eres arte cuando huyes de la tristeza y lo eres cuando por cuenta propia te sumerges en ella. Eres arte cuando escribes, cuando bailas, cuando cantas, cuando lloras. Eres arte cuando te amas. Eres arte cuando amas al mundo y cuando lo odias también. Eres arte, entre tantas mujeres, desde tu nombre hasta tu piel, entre todas ellas lo eres, entre tus labios y tu desnudez. Eres arte cuando observas y comprendes, cuando piensas y sobre todo, cuando divagas. Eres arte cuando te confundes y cuando eres precisa, eres arte. Sensibilidad pura, eso eres. Cuando acaricias tus piernas y te preguntas si son perfectas, en ese momento en el que dudas de ti, eres arte. Lo eres, cuando esparces tu perfume por el mundo. Cuando sueñas, cuando caes y cuando te levantas. Eres arte cuando te conmueves, pero lo eres mas cuando te enojas. Eres arte y lo serás durante toda la eternidad. Pero sobre todas las cosas lo eres cuando te acercas; cuando el mundo te presta atención porque arte como tu no se encuentra en cualquier parte.