Alex Standall

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Estaba lejos del tipo de chicos por los que solías ir, eso era seguro.

Eras una especie de chica tímida y callada, el drama y la confrontación eran dos cosas que evitabas a toda costa, así que cuando Alex Standall literalmente tropezó con la oficina de la enfermera donde te ofrecías como voluntario, fue una especie de shock.

"¿Algo en lo que pueda ayudarte?", Preguntaste, sin siquiera levantar la vista de tu libro cuando Alex entró cojeando en la habitación. No fue hasta que comenzó a gemir que miraste hacia arriba y observaste su rostro magullado.

Jadeaste cuando te levantaste rápidamente y lo ayudaste a sentarse en una de las camas. "Quédate allí, déjame obtener el botiquín de primeros auxilios". Los siguientes diez minutos los pasé aplicando crema antibacteriana y vendajes mientras murmuraba el ocasional "perdón" cada vez que se encogía. Afortunadamente no necesitaba puntos de sutura, eso estaba fuera de su línea de experiencia.

"Uh, puedes quedarte aquí hasta que la enfermera regrese, ella debería estar aquí pronto". Dijiste mientras limpiabas el desastre que hiciste al hurgar en el kit.

Alex asintió mientras se movía para acostarse, siseando mientras giraba sobre su lado magullado. Te estremeciste al verlo con dolor y debatiste contigo mismo por un momento antes de hablar, "Realmente no se supone que dé medicamentos, pero no puedo soportar verte con dolor. ¿Quieres algo que lo alivie?"

El chico rubio se rió entre dientes, "¿Volteando hacia el lado oscuro, S / N?" Mantuvo su mirada sobre ti mientras el tinte rosado cubría tus mejillas, "Pero sí, por favor".

Le diste unas pastillas y esperaste con él durante la siguiente hora, faltando el primer y medio segundo período hasta que la enfermera regresara. Ustedes dos se conocieron bastante bien y cada vez que sonreía, juraban que eran un gonner.

Deja todo ahora mismo,
Nos vemos en la lluvia torrencial
Bésame en la acera
Aleja el dolor,
‘Porque veo chispas volar cada vez que sonríes,
Consígueme con esos ojos verdes, bebé,
mientras las luces se apagan

Eran casi las dos de la madrugada cuando Alex llamó, sonando más borracho que nunca y rogándote que salgas.

Te maldices por haber sido tan azotado por él mientras te escabulliste por las escaleras y saliste por la puerta principal. Alex se paró en la acera, con las manos en los bolsillos mientras la lluvia caía sobre él. Estaba absolutamente empapado.

"¿Qué está pasando, Standall?" Preguntaste mientras te agarraba las manos.

Suspiró: "No lo sé. Estaba con los muchachos y me estaban cabreando, diciendo cosas sobre mí, sobre nosotros ... que estamos- "

Sabías que una vez que comenzó a despotricar, no había forma de detenerlo, así que hiciste lo único que sabías que lo callaría, lo besaste. Sostenías su rostro entre tus manos mientras él te agarraba la cintura. La lluvia parecía llover más fuerte cuando ustedes dos se besaron. Fuiste el primero en alejarte y descansaste tu frente contra la de él, la forma en que la luz de la calle lo golpeó hizo que sus ojos se volvieran del verde más bonito.

Por supuesto que vosotros se habían besado antes, pero este era diferente, ambos lo sabían.

Pasare mis dedos por tu cabello y veré cómo se encienden las luces. Solo mantén tus ojos en mí, es lo suficientemente incorrecto como para que te sientas bien. Y llévame por la escalera ¿No susurrarás suave y lentamente? Estoy cautivado por ti, bebé, como un espectáculo de fuegos artificiales.

La sonrisa somnolienta de Alex fue tu cosa favorita absoluta.

El domingo se convirtió en tus días de descanso, lo que significaba estar escondido en cualquiera de tus casas solo viendo películas y pasando el rato. Te tumbaste en el sofá mientras Alex se recostaba entre tus piernas, su cabeza descansando sobre tu estómago. Ninguno de ustedes estaba prestando atención a la película que apareció en la pantalla.

"Muy bien niños, me voy a trabajar, compórtanse por favor". El oficial Standall dio unas palmaditas en el sofá mientras salía por la puerta.

Continuaste pasando los dedos por el cabello de Alex, notaste hace un tiempo que siempre parecía relajarse cuando lo hacías. La película dio un giro a lo interesante que te hizo dejar de jugar con el cabello de Alex y concentrarte en la televisión.

"Hey", se quejó Alex antes de alcanzar y colocar tu mano sobre su cabeza rubia.

Te reíste de su infantilismo que lo hizo mirarte con una pequeña sonrisa. Te agachaste para picotear sus labios, pero, por supuesto, eso no fue suficiente para él, así que tan pronto como te alejaste, se dio la vuelta y presionó sus labios contra los tuyos.

La sesión de besos se volvió más vaporosa de lo que esperaban, ya que no habían tenido intimidad antes, así que fue una sorpresa cuando Alex, con respiraciones irregulares, susurró: "¿Quieres ir a mi habitación?"

Asintiste con una sonrisa en la cara cuando Alex se levantó y tomó tu mano antes de subir las escaleras.

Una vez que llegó a su habitación, Alex se aseguró de que estuvieras de acuerdo con todo lo que estaba por suceder.

“¿Estás segura? Podemos esperar si no lo haces, iremos a tu ritmo ". Murmuró.

El tono afectuoso que sostenía su voz te hacía enamorarte aún más, si eso era posible.

"Alex, por favor".

Fin!

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