El bandido y el príncipe

Capítulo 1

—¡Colin, despierta Colin! — Oí a lo lejos la voz de Jules, tan aguda como siempre. Me senté en mi pseudo cama aún somnoliento, sin ganas de levantarme y empezar otro día más. Esta vida alocada que llevaba hace ya 2 años desde la muerte de mis padres era agotadora pero al menos jamás me aburría.

—Ya es tarde Colin, si no salimos de aquí la guardia nos encontrará— Miré por una de las ventanas sin cubrir de esa pequeña choza del bosque un tanto lejos de la ciudad. En donde yo y mi bando nos habíamos refugiado para pasar la noche después de haber atracado un carro que llevaba nobles, fue muy divertido a decir verdad.

—Pero es de noche todavía, tengo sueño déjame dormir— Quejándome volví a recostarme en la cama, ignorando los reproches de la pelinegra.

—Bien, quedate ahí nosotros nos iremos

—Tsk...— Escuché sus pasos alejarse de mí y sin ganas me levante, me calce mis zapatos ya un poco desgastados y seguí a Jules hasta las afueras de la choza abandonada.

—Veo que al fin despertó la princesa durmiente ¿eh? — Maldito Elliot.

—Vaya, vaya y yo veo que has crecido ¿qué clase de poción te has bebido? — Sonreí complacido al ver su cara, claramente lo dejé sin argumentos.

—Bah chicos, no os peléis que por fin hoy será nuestro gran atraco— Demian nos agarró de los hombros a ambos y nos sacudió.

—Basta, basta vamos avanzando, mi intuición me dice que podría pasarnos algo si nos quedamos más tiempo de lo debido— Jules hizo un gesto con la cabeza, para que avancemos. A ella jamás le fallaba su intuición, y siempre se ganaba burlas de nuestra parte por ello.

—Vale, bruja ya vamos— Jules me miró mal y siguió adelante sin decir palabra.

—Por cierto ¿y Paul? — Nos detuvimos bruscamente.

—Es cierto, ¿dónde se habrá metido? — respondió Jules a la pregunta de Demian.

—Seguro fue a mear por ahí, ya regresara

—Elliot, sabes que Paul le teme a la oscuridad ¿crees que saldría en medio de la noche a hacer sus necesidades? — Dije un poco enfadado, Paul es como el hermano pequeño que jamás tuve le tengo mucho aprecio porque es una buena persona que pasó por cosas difíciles al igual que yo.

—Pues quien sabe, quizás y ya maduró— Se encogió de hombros y se puso a buscar al igual que Demian y Jules.

—¡PAUL! ¡¿PAUL DÓNDE ESTAS?!

Buscamos sin cesar, pero no hallábamos por ningún lado a Paul. Estábamos todos demasiado preocupados por él.

—¿Dónde se habrá metido? — Jules no daba más del pánico que la inundaba, se notaba en su expresión que estaba muy preocupada.

—No tengo idea, él jamás se iría por su cuenta— Habló Demian, todos asentimos dándole la razón.

—¿Y sí lo atrapó la guardia? — Dijo Elliot, claramente asustado.

—Es imposible, estaba con nosotros aquí... al menos hasta que nos quedamos dormidos— Pensativo, Demian se colocó su mano en la barbilla tratando de averiguar en donde podía encontrarse Paul.

—N-no me sorprendería que Paul haya sido atrapado, capaz salió en medio de la noche porque no podía dormir o vaya a saber que— Tenía la atención de todos en mí.

—¿Y si salió porque algo le llamó la atención— Ahora miramos a Demian, aún más asustados.

—Miren sé que puede sonar loco, pero piensen. Paul siempre tuvo el sueño ligero, y nosotros seguro no escuchamos eso que le llamó la atención porque estábamos profundamente dormidos— Se me hizo un nudo en la garganta, ¿y si fue eso?.