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Yugyeom.

Mark había dicho que las cosas con Mina iban a mejorar y todo estaría como antes.

Ya pasó la graduación, el baile de despedida, me aceptaron en la universidad y todo sigue igual.

Solo la miraba desde mi lugar y ella se mantenía viendo hacia la nada con esa hermosa sonrisa. No ha llamada ni me ha mensajeado, no se nada de ella. Solo la veo por las calles y ella me evita. No sé que hacer, ya no tiene sentido seguir intentándolo.

He estado escribiendo algunas canciones nuevas estos días para evitar pensar en otras cosas.

Mark hizo la fiesta que dijo, invitó a bastante gente al lugar, fue en casa, a pesar de que casi no aparezca aquí.

Fue... Divertido. Estuve todo el rato en la cocina bebiendo una que otra cerveza, bastante gente quedó ebria.

Eunbi estuvo ahí, YoungJae le dijo a Mark que ls invitara.

Y ahí estaba, yo en la cocina con Eunbi queriendo llamar mi atención.

-Vamos, Gyeomi -decía ella insistiendo- necesitas explorar nuevos horizontes, como el que te está hablando -ya se encontraba algo ebria.

-Estas ebria y no hablas con coherencia -dije intentando pasar junto a ella.

-No te atrevas a irte sin darme lo que quiero.

-¿Qué es lo que quieres? -pregunto aún sabiendo la respuesta, imbécil.

-Te quiero a ti por todo mi ser -claramente no pensaba con claridad.

Se había abalanzado hacia mi con movimientos torpes gracias al alcohol.

-Te llevaré a casa -ella había terminado en recostada en mi hombro.

-Yei! Hagámoslo en mi habitación -parecía una niña pequeña, claro, si quitamos sus intenciones.

-Si así te convenzco.

La guíe por todo el lugar hasta llegar a la puerta, la dejé sentada en un sillón y ella se puso a llorar como niña pequeña. Fui a decirle a Mark que me llevaría su auto, me dió permiso. Cuando llegué con Eunbi ella dejó de llorar.

La tome de un hombro, ella se dejó caer al suelo, se rió de ello. La tuve que cargar como lo hacen a las princesas y ella se aferró a mi cuello, luego me dió un beso.

Mina.

Seguí asistiendo a clases normales hasta el día de la graduación. No asistí al dichoso baile de despedida, tenía planeado ir con Yugy a esa cosa.

Aún seguía teniendo las cosas que el me dió. Me encantaría llevar todo a Japón. No puedo, solo me haría sentir remordimiento por la estupidez que hice.

Siempre que lo veía trataba de evitarlo, algo en mi me decía 've con el y llenalo de besos' pero sólo lo haría sentir mal.

Gracias a ello, las cosas siguieron igual y nada cambió. Cada vez se acercaba la fecha para irme a Japón.

Estoy algo entusiasmada por ello, si, es verdad, me duele tener que dejar al amor de mi vida con el corazón roto, pero solo quiero dejar esa preocupación.

Aunque, cada que recuerdo todo lo lindo que hicimos me pongo a llorar y me cierro con todos. Siento que perdí una razón de vivir. En esos ratos me suelen dar ataques de ansiedad.

De verdad quisiera nunca haberle dicho esas cosas a Yugy, soy una terrible persona, nunca mereci lo que el hizo por mi. La vez que se me declaró, todo lo que organizó, todo tan lindo, nunca lo mereci. La vez que conseguimos a Migyo, el pingüino de peluche, no lo merecía. En mi cumpleaños que me llevó a patinar y lloré. Todos hermosos momentos que no podré olvidar.

Odio el egoísmo de mis padres al decidir dónde debo estudiar. Los odio, de verdad los odio por eso. A quién engaño, no los puedo odiar, del todo.

Nayeon no deja de decirme que tarde que temprano todo volverá a la normalidad. Lo hace cada que me llegan esos recuerdos.

Es bueno tenerla como hermana; te da bastante apoyo moral, de vez en cuando claro está.

Chaeng me ha dicho varias veces que salgamos otra vez con las demás, yo suelo decirles que no.

Esta vez decidí decirles que si, creo que es justo y necesario para mi.

(...)

-¿Y bien? -dijo Jihyo con algo de intriga.

-¿Y bien, qué? -no entiendo a que se refiere.

-¿Cómo se tomó Yugyeom la noticia de que te irías a Japón -dijo Momo algo emocionada por la respuesta.

-Bu..bueno -mi estomago se revolvió un poco.

-Al parecer no lo saben ustedes -dijo Chaeng con algo de molestia en su voz.

Lágrimas comenzaron a salir de mis ojos por unos momentos mientras estabamos sentadas.

-¿Yugyeom te hizo algo? Si te hizo algo voy a romperle su cara en este instante.

-Si ese bastardo le hizo algo a nuestra pingüina te juro que lo mato -dijo Momo con algo de entusiasmo.

-Estoy de acuerdo Momoring, hay que golpearlo.

-Ba.. basta po... por favor -lágrimas seguían saliendo.

-Chicas basta.

-¿Te encariñaste tanto con el que lo defiendes? -dijo Jihyo molesta.

-No es eso -dijo Sana.

-¿Tu también, ardilla?

-Chi... chicas, basta -me costaba hablar ya.

-Jihyo, Momo, dejen de abrumarla con sus amenazas a Yugyeom, ¿no ven como se puso -dijo Nayeon levantando su tono de voz.

-Ella terminó con Yugyeom, por eso no quería hacer nada -dijo Chaeng algo molesta- ¿acaso no ven que está llorando?

Era cierto, lágrimas varias estaban cayendo de mis ojos, casi no podía ver por tanta agua en mis ojos.

En un momento en el que ellas peleaban me fui corriendo al baño; si, a llorar.

Ese sentimiento había vuelto, la culpa y el dolor.

No puedo más con esto, no más... No más


























































끝 (The End).

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