Pills {Yoonie} {+18}

💊

2:30 AM
Yoongi

Un sonido desagradable se escuchó a mi lado haciéndome gruñir, levante mi cabeza y noté que me estaba llamando, bufé fastidiado para volver a acostarme. Voltee mi cuerpo y decidí volver a mi sueño pero el celular del demonio sonó nuevamente.

–¿Que?–hable cortante y la persona del otro lado solo bufo.

–Necesito tu ayuda.–reconoció la voz como Park Jimin, su mejor amigo y el que quería matar en este momento.

–Son las malditas dos de la mañana, Park.–me senté en la cama.

–Tienes que venir, necesito que me ayudes con la amiga de Chae.–yo alce una ceja aunque el no pudiera verme y chasquee mi lengua.

–¿Crees que soy un maldito niñero?–el solo bufo nuevamente.

–Hyung te necesito en serio, creo que esta drogada y no se como solucionar esto.–hablo nervioso y yo solo pase mi mano por mi cabello para luego pararme.

—Voy para allá.–colgué para comenzar a cambiarme, sabia donde estaría por que el me había invitado, invitación la cual descarte para seguir trabajando en la canción que tenía en mente desde hace varios días.

Salí de mi casa, con mi botiquín en mano, era doctor, aunque no me apasionaba para nada, era lo que mi padre quería y lo estaba cumpliendo.

Maneje hacia el club donde estaban, que estaba sorpresivamente cerca de mi departamento, aparqué cerca a la entrada y pude divisar a Jimin esperándome afuera.

–Que bueno que estes aquí, pensé que te ibas a quedar dormido, estaba a punto de llamar al 911.–camino apresurado hacia la entrada, yo siguiéndolo, donde el guardia nos dejó pasar como si nada, ser amigo del hijo de uno de los empresarios más importantes del país era bueno después de todo.

Luego de subir el área VIP, entramos a unos de los cuartos privados encontrándonos con 2 chicas, una pelirroja que supuse que era Chaeyoung ya que Jimin me la había descrito más de 70 veces, la saludé con la mano y ella me imitó, posee mi vista hacia la otra chica, una pelinegra con piel algo morena, ojos gatunos y piernas de infarto, trague saliva viendo esa zona, si hubiera sabido que esa chica estaba aquí no hubiera dudado en venir.

No te salgas de enfoque, estás enojado, ayuda a la chica y lárgate de ahí.

–No sabemos que tiene, solo que ha estado mirando la pared desde que llegamos aquí, no quiere que la toquemos ni la miremos.–susurro Chae mientras acercaba su brazo hacia la de la chica haciendo que esta largara un suspiro casi confundido como un gemido.

Carraspeo para luego caminar hacia la chica y agacharme a su lado.

–Los dejaremos solos.–nos sonrió Jimin para luego salir junto a su novia.

–¿Que te sientes?–abrí mi botiquín.

Ella solo se quedo mirando la pared como si fuera la cosa más interesante de toda su vida.

Trate de llamar su atención nuevamente pero esta aún seguía hundida en sus pensamientos, di pequeños toques en su hombro que la hizo suspirar y mirarme fijamente a los ojos.

Visualicé esos ojos gatunos más de cerca y vi sus pupilas dilatadas, me miró fijamente y yo carraspee.

–¿Sabes que te dieron?–pregunte y ella suspiro mirando mis manos, alce una ceja y ella apartó su mirada algo sonrojada.

–3 pastillas.–relamió sus labios incitándome a bajar la mirada.–de Viagra.–me miró nuevamente robandome el aliento.

–Mierda.–susurre mirándo hacia otro lado.

–Se que es, soy ginecóloga, se lo que provoca.–su voz suave pero a la vez fuerte entro nuevamente por mi sensor auditivo.

–Entonces...no tengo nada que hacer aquí.–me pare para salir pero una mano me paro.

–Ayúdame.–me miró suplicándome mientras yo la miraba serio.–Por favor.–yo aparte mi mirada.

–No soy un prostituto.–me solté de su agarre para luego dirigirme hacia la salida.–Hay miles de chicos allá fuera que seguro querrán hacer esto.–la mire y la pude visualizar mejor, llevaba un vestido rojo ajustado a su cuerpo, resaltando su pecho para nada pequeño y su cintura pequeña, mire hacia otro lado.

–Por favor.–me miró y yo negué mientras salía de ahí pero su voz me paro nuevamente.–Entonces por lo menos llévame a casa.–alce mi ceja hacia ella y ella trago saliva juntando sus manos nerviosa.–Rosé y Jimin sshi ya se fueron y no tengo con quien irme.–suplico nuevamente y yo suspire para luego asentir.

–Trata de no perderte.–baje las escaleras con ella a mi lado.

Camine por toda la pista de baile pero pare al no sentirla a mi lado, la encontré a unos pasos con la cabeza tirada hacia atrás dándome vista de su cuello, cruzó su mirada con la mía y mentiría si eso no me excitara. Camino hacia mi algo incomoda y roja.

–Acabas de tener un orgasmo.–afirme y ella asintió algo agitada, pase mi mano por mi cara para luego seguir caminando.

–1 pastilla te lleva a tener hasta 4 orgasmos.–la guíe hacia mi auto y le abrí la puerta.

–¿Me guías?–le pregunte y ella asintió mientras sonreía un poco dejándome algo embobado, carraspee y encendí el auto guiándonos hacia el centro de la ciudad.

Un suspiro de ella me hizo mirarla, se encontraba temblando mientras miraba por la ventana.

–¿Tienes frío?–iba a subir la calefacción pero ella me paró mientras soltaba otro mini gemido volviéndome loco.

–Dobla aquí.–me guió y yo asentí entrando hacia un aparcamiento de un edificio.–Gracias..–me miró confundida y yo sonreí.

–Min Yoongi.–la ayude a deshacerse del cinturón.

–Gracias..Min Yoongi.–gimió algo bajito cuando mi mano accidentalmente rozó su pecho.

Bajo del auto haciendo una reverencia y camino hacia la entrada del edificio, mire sus caderas meneándose y baje un poco mi vista hacia su trasero haciéndome morderme el labio, mire mi ya creciente erreccion y suspire.

Al diablo

Baje del auto y la tome del brazo pegándola a mi pecho.

–Te acompañaré hacia la puerta.–le sonreí y ella asintió algo nerviosa, caminando hacia el elevador y vi que presionó el último piso. Su cabeza se tiró nuevamente hacia atrás mientras mordía su labio, me hipnotice tanto que no me di cuenta cuando ya la estaba acorralando en la pared del elevador con mi boca devorando su cuello sacándole varios gemidos.

–Yoongi.–gimió y yo gruñi, el elevador llego y ella tomó mi mano dirigiéndome hacia su departamento. Mordí mi labio al ver como ella mordía el suyo mientras sonreía.

La noche estaba por comenzar...