U N O

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-PRIMER DÍA-

Como cualquier otro día por la mañana, salvando el hecho de que era jodidamente temprano. Nat y Bri se encontraban en sus respectivas camas a cientos de calles de distancia, durmiendo pacíficamente, claro eso no duraría mucho ya que la alarma de cada una de las chicas sonaría indicando que se levantaran y alistaran para el primer día de secundaria. Un año nuevo, un comienzo nuevo, oh bueno eso pensaban.

"Alarma" se puede definir de maneras distintas, todos la conocemos como un reloj o un celular, pero en el caso de Bri su alarma son los gritos de su madre, ella aún no entiende como su madre tiene el poder de levantarse tan, pero tan temprano que madre mía parece que no duerme.

Y el día de hoy no iba a ser la excepción, un "¡Te levantas o te levanto!" De la madre de Brí desde la puerta de su habitacion que se encontraba cerrada, interrumpió su sueño, "¡Ya, ya voy!" Fué lo único que pudo decir antes de recostarse otra vez en su cama y acomodarse lo suficiente para dormir de nuevo.

(...)

En el caso de Nat su madre la despierta por niveles, empezando con un "Ya es hora, levantate" y terminado moviedola fuertemente para que ella piense que hay temblor, como dije antes la submormalidad corre por sus venas.

Las dos al recordar que hoy era el primer día secundaria, no presentaron emoción alguna, al contrario las mínimas ganas que tenían se esfumaron.

Igual, ¿Por qué ir? Ninguna de las dos tenía vida social y a nadie importante que encontrarse, más que a ellas mismas. Para la vista de todos ellas dos eran las más raras nunca vistas, y a la vista de ellas todos eran los raros, era cosa de percepción.

Bri al volver a despertarse por los gritos constantes de su madre, se rindió y por fin se levantó rápido, provocando un leve mareo, tomó sus anteojos que se encontraban en un banco a la par de su cama y vió su teléfono que estaba en el mismo lugar se encontró un 《6:44 a.m.》Tomando en cuenta que el camino desde la casa de Bri hasta el colegio llevaba casi 10 minutos se dió cuenta que iba tarde, se "Preparó" lo más rápido que pudo, (que no era mucho) para tener un ¡nuevo y fantástico día!, notase el sarcasmo.

Pero Nat era otro caso, era tanta la insistencia de su madre, ya que su madre era profesora le exigía ahora más que nunca su puntualidad. Su día comenzaba a las 5:45 tomando 10 minutos para analizar toda su vida sentada en la orilla de la cama. Pero nuevamente la madre de Nat la regaña con un sermón, que si esto pasaba el primer día, no sabía que le esperaba el resto del año.

La insistencia innecesaria de la madre hacia Nat, justificandose con "¡Apúrale que ya va a llegar el bus!" Haciendo que se atragante en pleno desayuno aún faltando más de 20 minutos. Y esos 20 minutos sobrantes Nat se los pasa sentada en el sillón más que nada intentando recuperar sus minutos de sueño faltantes.

El modo de llegada de las dos era distinta, Bri por su parte era llevada por su padre junto con su sobrina, en cambio Nat tenía que esperar que vayan a traer a 40 niños antes que ha ella, y pensarán que ahí se debe hacer amigos, pero recuerden que la antisocial de Nat hace lo menos para tener que hacer contacto humano.

(...)

Las puertas del colegio estaban abiertas teniendo a miles de estudiantes entrando por ellas, primero de secundaria era el grado que más alumnos nuevos tenía.

Y ustedes entenderan, nuevo era el antónimo de estas dos chicas.

Nat fué la primera en llegar, pero para su suerte ahí se encontraba una chica que cursó el año anterior con ella, sin más por no encontrar a Bri por ninguna parte, fué hacia ella intentando comenzar una charla mientras esperaba.

«¡Agradecería si nos dejaras morir, Yisus!»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora