En la plaza he visto montones de globos. Inflados señores que andan por el cielo y alegran el mundo con sus mil colores. Algunos son largos. Otros son redondos panzones, bien gordos. Los hay con caritas, también ovalados. De azul muy parejo y también moteados. Algunos, buenos compañeros, juegan con los niños, y no se desatan. Otros muy aventureros, se escapan al aire para ver el mundo como vagabundos. Así son los globos azules o rojos, verdes o amarillos, lisos o estampados, quietos o viajeros.