Prólogo: Giratiempo.
–¿Qué dicen, entonces?–Preguntó el pelirrojo esperanzado.
–Weasley, espero que no creas realmente que iré a esa fiesta.
–¿Por qué no, cariño? Será divertido.–El azabache trató de convencer a su rubio novio.
–Porque ya iré a la fiesta de Granger, así que, si no es mucha molestia...–Dejó la frase en el aire tratando de hacerles entender lo que quería decir.
El de lentes y el de pecas se miraron y asintieron.
–No te preocupes, Malfoy. Sé que no soy tan de tu agrado como Mione.
El rubio sonrió aliviado de no tener que seguir dando explicaciones.
–De hecho–carraspeó–, debería marcharme ya debido a que quiere mostrarnos algo antes de que llegue el resto.
–¿Mostrarnos?
–Sí, Harry. A mí, a Ginny y a Luna. Al parecer hizo un gran descubrimiento sobre...
–Espera, espera.–Lo interrumpió ganándose una mala mirada.– ¿Es hoy?
–Ehm... ¿Sí? ¿Algún problema?–Preguntó el rubio con una ceja alzada.
–Claro que hay un problema. La despedida de Ron también es hoy.
–¡¿Qué?!–El oji-plata se giró al pelirrojo alterado.–¿Planeas la fiesta para hoy y vienes el mismo día? ¿No se te ocurrió pensar que por alguna razón del destino alguno de los dos tendríamos problemas para ello?
–¿Qué problema hay?–Cuestionó el pelirrojo confundido.
–¡El problema es con quién vamos a dejar a Lily, idiota!
–Tranquilo, puedo pedirle a mi madre que la cuide...
–¿Tu madre, la que está en Francia disfrutando del regalo que Harry y yo le hicimos a ella y a tu padre por su aniversario?–El sarcasmo era evidente en el tono de voz del heredero Malfoy.
–Draco, tu madre...
–Ella sale hoy de viaje a Alemania por un asunto de la empresa.
–¿Los padres de Hermione?
–Están de voluntarios hoy–deshechó, ahora Harry, la idea.
Los tres se quedaron pensando hasta que Harry miró a Draco sugestivamente.
–No.
–Draco...
–No. Ni hablar.
–Pero ellos cambiaron...
–No pienso dejar a mi hija con esos malditos muggles y es mi última palabra.
–Pero, Dudley...
–Mira, Harry, puede que tú y tu primo os arreglaráis finalmente y que lo hayas perdonado pero lo siento mucho, yo no lo he hecho y es mi última palabra.
–Escucha, Draco, Lily también es mi hija y lo que quiero decir es que confío en Dudley. Él cambió y también tiene una familia, además los hemos visitado muchas veces y Lily ya lo conoce, no supondrá ningún problema.
–No, llamaré a Granger y le diré lo que ocurrió. Estoy seguro que entenderá.
–Draco–una mano lo detuvo cuando fue a por el teléfono–, por favor.
Plata y verde se fundieron y Draco suspiró.
–Bien.
Harry sonrió.
–Gracias. No te arrepentirás de darle una oportunidad.
–Eso espero, Potter.
Harry sonrió y se acercó a besar a Draco.
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–¿Y bien, Mione? ¿Qué es eso que nos tienes que mostrar?–Preguntó la pelirroja cuando ella y su novia llegaron.
Hermione suspiró mirando a sus invitados. Dos rubios y una pelirroja. Sus amigos más allegados.
–Bien. ¿Recuerdan que los giratiempos se destruyeron todos?–Los vio asentir y continuó.–Bueno, pues el otro día estaba dándome una vuelta por el Departamento de Misterios cuando vi que alguien estaba trabajando con uno, así que me acerqué mientras llamaba a unos aurores para que vinieran a arrestarlo puesto que es ilegal.
–Sí, oí algo de eso. Unos compañeros estuvieron hablando sobre un giratiempo mutado o algo en la cafetería ayer, pero creí que eran rumores–pronunció la pelirroja auror.
–No son rumores–aclaró la castaña sacando un giratiempo del bolsillo de su vaquero el cual emitía un extraño pitido–. Supuestamente, y por lo que pude averiguar usando con él la Legeremancia, esto no es un giratiempo normal. Sino que lo ha modificado para que viaje en el tiempo no unas horas, sino años. Y también tu cuerpo viaja en el tiempo y el espacio. Creo que quería usarlo para traer a Voldemort de vuelta.–Suspiró.
–¿Y por qué sigue sonando?–Preguntó su rubia amiga.
–Tengo una pregunta mejor, Luna. ¿Por qué suena?–Draco miró preocupado a su castaña amiga.
–Yo... No tengo ni idea... ¿Puede que sea auto-destrucción? No lo sé, fue lo último que hizo antes de que lo arrestaran y me tiene agobiada, cada vez pita más seguido. Pensé que entre los cuatro, podríamos averiguar qué hizo con él, qué pretendía y cómo parar el dichoso pitido.
Los cuatro se miraron entre ellos. Puede que no fuera tan mala idea haberlos reunido a los cuatro. La Ministra de Magia, la jefa del Departamento de Misterios, la subjefa de los aurores y un Inefable.
Ni tan mala combinación para investigar algo de alto secreto.
Hermione suspiró y se pusieron al lío.
–¿No notáis como que... Todo está muy tranquilo?–Preguntó Ginny después de un rato enderezándose.
Tenía razón.
–El pitido... Ha parado–Draco también se levantó y los cuatro miraron el giratiempo en la mesa el cuál comenzó a girar hacia atrás sin que ellos pudieran hacer nada. Se vieron absorbidos por el giratiempo hasta que llegaron a sitios conocidos para ellos.
El primero en darse cuenta de todo, y con mucho horror, fue Draco.
«Mierda, ¿qué cojones con ese giratiempo?» Pensó el rubio viéndose de nuevo con solo once años y en la tienda de Madame Malkins probándose su túnica de Hogwarts.
Dedicado a mi tocaya por animarme tanto: -mxilkshake tqm💚❤
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Harry Potter y la Piedra Filosofal (HP:DD #1)
FanfictionHermione Jean Granger: Ministra de Magia de Inglaterra. Comprometida con Ronald Bilius Weasley. Mejor amiga de Harry James Potter. Dos hijos: Rose Weasley de once años y Hugo Weasley de dos años. Nacida de muggles. •Gryffindor• Draco Lucius Malfoy:...