Harry Potter y la Piedra Filosofal (HP:DD #1)

Capítulo 1: El Sombrero Seleccionador.

Cuando Draco vio entrar a su novio versión once años pensó rápidamente.

«Tal vez lo mejor sea que todo siga su curso y que se repita la historia... Es un coñazo pero por ahora haré todo igual hasta que encuentre a las chicas... Y haré trizas a Granger por meternos en esta situación.»

Pero por más que forzó su memoria no lograba recordar lo que su yo de once años le dijo al moreno. Sabía que había sido egocéntrico y le había preguntado por sus padres pero no pudo recordar las palabras exactas y el tiempo se le acababa.

–Hola–su voz casi ni salió de lo temblorosa que la sentía.

–Hey–respondió el moreno nervioso.

Tenía que haber algo... ¿Hogwarts?

–¿Hogwarts?

–Sí.

No recordaba a Harry tan tímido y el tiempo corría.

Qué más... Qué más... ¿Las casas?

–¿En qué casa crees quedar?

–Ehm...

–Yo seguro que quedo en Slytherin aunque las otras tampoco pueden estar tan mal, digo, todas tienen algo, ¿no crees?

–En realidad...

–Ravenclaw se ve interesante, de hecho. Sería una nueva experiencia si quedase en esa casa–rió porque se imaginó quedando en la casa de su mejor amiga–. Aunque, obviamente, quedaré en Slytherin. Toda mi familia ha estado ahí, sería una deshonra terrible no quedar ahí. Además, Slytherin es la mejor casa. Muchos magos poderosos han quedado ahí. Merlín quedó ahí, ¿sabías? Aunque ha ganado mucha mala fama. Ya sabes, por Voldemort y tal...

Su voz perdió fuerza cuando vio el rostro de Harry.

–Ehm... Lo siento, a veces hablo demasiado–se rascó la nuca. ¿En serio se estaba disculpando? ¿¡Qué pasaba con él!?

–Está bien–el otro se encogió de hombros.

¿Harry siempre había sido tan callado o...?
Bueno, la primera vez sí fue callado pero fue porque él hablaba y hablaba de cosas que el ojiverde desconocía totalmente. También porque... ¡Mierda! ¿Por qué se le olvidó?

–Y... ¿Viniste con tus padres?

–No. Ellos están muertos–su voz se ensombreció y Draco se arrepintió de preguntar enseguida. Él sabía que Harry había sido sensible respecto a ese tema. ¿Por qué preguntó si ya la había liado? ¿No podía quedarse calladito?

Pero otra vez, abrió su gran bocota.

–Entonces... ¿Con quién viniste?

–Hagrid.

–¿Quién?–Aunque lo había escuchado perfectamente pero había visto al semi-gigante en la ventana y estaba tratando de cubrir todos los estúpidos temas de conversación que recordaba haber tenido con El-Niño-Que-Vivió.

–He venido con Hagrid. Es el guardabosques de Hogwarts, está ayudándome con mi compra.

–Guay–sonrió Draco.

Harry le devolvió la sonrisa aunque fue pequeñita y algo se movió dentro de Draco. Estaba acostumbrado a que su corazón latiera como la primera vez pero esta vez lo que se movió dentro de él no fue su corazón saltándose un latido por la sonrisa de su novio (que también) sino sus engranajes.

¡Él había sido insufrible! ¡Por Salazar! ¿¡Qué acababa de hacer!?

–Me tengo que ir, Hagrid está allí–Harry lo sacó de su suicidio mental. Se había bajado de la tarima y sostenía una bolsa.–¿Nos vemos en Hogwarts?