Seele

Juntos

-hay quienes venímos a este mundo divididos, y para poder volver a ser uno, nuestras almas se materializan recibiendo el nombre de Daimonion, estos emprenden la búsqueda de su complemento, ningún Daimonion  puede ser tocado si no es por su dueño o su complemento, el vínculo era eterno y en el mundo mágico eso era inamovible, sin importar el género o el estatus. Cuando la guerra comenzó los magos decidieron ocultar a sus almas para evitar que algún enemigo las matará, con el paso de los años los Daimonion dejaron de materializarse, hoy en día si tu Daimonion se materializa, eras uno de los afortunados, tenías una oportunidad de volver a estar completo.- terminó de relatar Ginny en la sala común, Harry amaba esa historia al igual que la pelirroja y cuando ella la relataba a uno de los grados menores el siempre se quedaba a escuchar la historia,  después ese sentimiento de angustia lo invadía, ese año pocas personas habían logrado mostrar la materialización de su alma, el dudaba que eso le pasara, estaba demasiado dañado, demaciados problemas, golpes y muertes

-nuevamente soñando- Harry sonrío a su amiga, ellos compartían un secreto que ni siquiera a ron se lo habían contado, ella había materializado su Daimonion , pero lo mantenía oculto, Harry sospechaba que era por que, Ron no fue el eligido, tenía ataques de celos cuando lo veía con su novia pero un día simplemente paro.

-Lo siento herms, me encanta esa historia pero... Se que no será mi caso y al final moriré solo y eso... Eso me  aterra

-Oh Harry, tus padres están en las últimas generaciones de magos con Daimonion, no te desanimes-

-Lo sé herms, pero hasta Malfoy lo logró- Hermione abrió los ojos con sorpresa

-¿Cómo? - logró decir la castaña algo pálida

-Yo los vi, prometí no divulgarlo, herms no puedes decile a nadie el también quiere mantenerlo en secreto, no quiere que su Daimonion salga lastimado en esta guerra -

-Lo entiendo, Harry ya pensaste en lo que te dije - Harry desvío la mirada no quería hablar del tema

-el me odia Herms... Ya me hiciste admitir que me gusta, cual es tu punto-, - mi punto harry es que este año te anotaste para salir en navidad... Harry no lo puedes evitar- Harry lo sabía, pero era imposible, cuando lo veía su respiración se cortaba y el mundo dejaba de importar, cada comentario sarcástico lo mataba lentamente, pero se prometió que no se opondria, aceptaria con gusto, si con ello el lograba sacar su molestia por lo que su padre le había hecho

-Vamos tenemos la última clase de posiones, Slughorn muere por ti- bromeó la castaña mientras golpeaba a Harry de manera juguetona en el hombro

Salieron animadamente de su sala común, pero a mitad de camino se toparon con la única persona que Harry evitaba pero este paso sin notarlos, con un suspiro siguió caminando hacia su clase

Al llegar harry logró verlo, estaba platicando con Slughorn, no entendía como es que había llegado antes que ellos, Harry no pudo dar un paso dentro del salón, el aroma a café, hierbas algo de chocolate con un toque de menta lo golpeó congelandolo en la entrada, hermione lo empujó  pero el no siguió adelante

-Es amortentia... Herms no puedo - harry dio media vuelta saliendo seguido de hermione

-Harry detente, que te pasa, no puedes estar seguro que... - Harry se volteo completamente pálido

-el salón a mi me huele a hierbas con chocolate.... Ama el chocolate en especial el oscuro, en la mañana si no toma café termina de mal humor, siempre trabaja con hierbas pero usa una loción de menta que protege su cabello - con un suspiro se alejo del aula, dejando a una sorprendida Hermione y a un curioso snape, había salido dispuesto a darles una reprimenda pero llegó al final del discurso, al parecer el pequeño potter había estado al pendiente de él.