Cicatrices

Capitulo IV/ Tiempo

Esta mañana me levante con un poco de resaca, tenía los ojos un poco pesados y me senté sobre la cama, me llego a la cabeza lo que había pasado anoche

Me reí con migo mismo mientras me frotaba los ojos, me estire y dije...

-¿Y Isabel? –me sacudí y terminé de despertarme, abrí unos centímetros la puerta, y vi a Isabel en la cocina... olía muy delicioso

- Buenos días isa...

- Buenos días, apestoso... - sonreímos al tiempo

-¿Qué haces? – le pregunte rascándome la cabeza

- ahh, estaba preparando el desayuno... ¿Cómo dormiste? – me pregunto mientras cocinaba concentradamente...

-bien, estoy algo adolorido... creo que dormí mal... solo me estiro y se me pasa...- dije casi bostezando

-está bien... en un rato estará listo el desayuno no tardes...- dijo ella

-ok!, no tardo...- entonces cerré y me fui a bañar

En el baño, mientras me quitaba a camisa, veía las cicatrices, las miraba en silencio una a una, mientras dejaba que el agua se calentara.

Cuando terminé de organizarme, Isabel me llamo a desayunar

-¿cómo están tus cicatrices?...-

-bien están cerradas extrañamente- dije con la boca llena

-no hables con la boca llena- me dijo sonriendo, me reía a carcajadas aun con la boca llena

-¡Kyle por favor no seas asqueroso!- me reí tanto que quede atorado, y tuve que tomar un sorbo del chocolate que isa había preparado

-ah, ¿ya ves?- me reía aun mientras tomaba aire y pasaba lo que tenía en la boca –para que vuelva a desobedecerme- recalcó riéndose

-está bien, como digas...- me detuve a pensar un momento, aun no entiendo el porqué de los chistes que hace el señor Johnson, Isa y yo hemos sido muy buenos amigos siempre y el vivir bajo el mismo techo es para nosotros casi un acto cotidiano.

A decir verdad, hasta ahora me doy cuenta de lo detallistas que somos el uno con el otro, en ese momento Isabel me bajo de la nube de un tirón

-voy a empacar mis cosas, se está haciendo tarde- dijo dando el ultimo bocado

-está bien, gracias por el desayuno, estaba delicioso, ¿sabe que fue lo malo?- dije con expresión seria

-¿Qué? ¿Estaba salado? ¿Insípido?- dijo con asombro

-Nop

-¡¿Entonces?!- Isa siempre se tomaba todo enserio

-muy poquito

En ese momento pensé que me lanzaría el mug que tenía en la mano.

-¡tonto!- me cubrí como una cucaracha mientras me reía como una revolcándose en el piso

Isabel terminó de empacar sus cosas y yo terminé de lavar los platos

-Qué bueno que sea sábado, tal vez no haya demasiado trabajo- el celular de Isabel sonó de repente

No recuerdo haberme reído tanto en mi vida, un sábado, por la mañana

-Mejor me callo- dijo Isabel con complejo de tomate, le abrace la cabeza y nos reímos un segundo

-contesta antes que se enfade

-está bien - escuchamos un grito de furia de parte del jefe

-¿¡Van a contestar de una vez!?