Hadas y Shinobis

Dudas de Vida

Luego de caminar unos minutos al fin lograron distinguir a la pequeña de cabello azul que venía acompañada de Konohamaru, por desgracia el menor tuvo que marcharse antes de lo planeado.

-Que hacemos ahora? — pregunto Wendy, aún era muy temprano para volver y solo estar en casa.

Ambas magas vieron a Sasuke como buscando alguna sugerencia, lo que ambas ignoraban es que el Uchiha no era precisamente la mejor opción de respuestas.

-La aldea es muy bonita — volvió a comentar Wendy al no recibir respuesta y evitar la tensión del momento.

-Tiene un ambiente agradable, aunque apenas están en medio de la reconstrucción — Lucy se preguntaba, qué habría pasado exactamente para estar en ese estado?

-¿Tal vez luego, podemos ir a visitar a Hanabi-chan? — era una grandiosa idea.

-Claro — Lucy sonrío, sería agradable pasar el rato con Hinata — sabes Wendy, me quede pensando en lo que dijiste ayer acerca del dinero, creo que deberíamos buscar algo que hacer y no terminarnos nuestros ahorros, además podríamos pasar mejor el tiempo que estemos aquí.

-Suena bien — si querían llevar regalos a sus amigos necesitaban dinero — pero por donde empezar?

-Antes que todo deben informarle a Tsunade — no podían tomar esa decisión sin consultarla — ella les puede ayudar en eso — y si tenía suerte lo dejaría libre un rato.

-Tiene razón Sasuke-san — después de todo eran invitadas — quizá ella nos pueda dar trabajos como los que hacíamos en el gremio.

-Eso sería de gran ayuda, vamos de una vez — y así emprendieron rumbo a la torre Hokage.

Los rayos del sol iluminaban las calles de la aldea, poco a poco Konoha comenzaba a recuperar su antigua paz.

Al plantearle la situación de sus preocupaciones económicas Tsunade entendió el conflicto de las magas y les extendió algunos pedidos menores que tenía reservado para los genin, las chicas tomaron algunos mientras sonreían alegremente, no eran nada complicado o secreto, solo algunas solicitudes sin mucha relevancia pero que seguro podría solucionar sus problemas.

-Gracias por su ayuda Hokage-san — se inclinó la pequeña con agradecimiento.

-Espera un poco Wendy, dijiste que tu magia también es de sanacion ¿verdad? — la peli azul asintió, al parecer la Sannin tenía algo en mente — te gustaría mejorar tus habilidades?

-Si... si me gustaría — apretó las hojas que tenía en sus manos con un brillo en los ojos — quiero ser mejor para ayudar a mis amigos.

-¿Y qué tal si Lucy aprende a manejar el chacra para que no se debilite al llamar a los espíritus? — propuso Shizune — a Lucy se le iluminaron los ojos mientras asentía con entusiasmo — tendrás que comenzar con meditación.

-No hay problema, me esforzaré — así también podría ser de más ayuda para todos en las misiones.

-Bien — continuó Tsunade — las espero todos los días en la tarde para comenzar con su entrenamiento.

-¡Aye sir! — dijeron las magas con alegría mientras dejaban a las ninjas un tanto confundidas por su frase.

-Se ven muy animadas....¿está segura que es buena idea el entrenarlas Tsunade-sama? — después de todo eran aún desconocidas para ellos.

-Entiendo tu preocupación, pero el tratado de paz es casi un hecho además no les enseñaremos nada peligroso o prohibido... según dijeron los magos ellas son fuertes y no por nada Kurama menciono a los dragones — algo que aún la inquietaba, la Sannin tenía una excelente intuición para las personas — además ellas se ven prometedoras seguro que harán grandes cosas en el  futuro.