Ya habían pasado algunas semanas desde que empezó a vivir conmigo, iba a la escuela por la mañana y en la tarde los vecinos se turnaban para cuidarlo. Decían que era el niño más amable y educado que habían conocido. Una tarde se acercó a mí, maravillado con mi viejo bloc de dibujo, el cual de seguro yacía abandonado en algún rincón del sótano. Tuvimos una conversación bastante peculiar aquel día.
-Mamá, ¿por qué ya no dibujas aquí?
-No lo se, han pasado varios años y he perdido práctica. ¿Sabes algo? Cuando yo tenía tu edad, anhelaba ser pintora, pero no para ganar mucho dinero y ser famosa, sino para que los demás puedan sentir lo que yo siento y ver lo que yo veo en mis cuadros.
-¿Me podrías pintar algo? Mi anterior mamá decía que todos somos como un lienzo, y debemos mantener nuestras paredes blancas para que alguien más venga y las pinte con sus colores.
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Artista
Short StoryÉrase un barrio bastante aburrido, pero la llegada de un pequeño integrante cambiará todo...