Amigo, metimos la pata

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Lincoln Loud estaba sin palabras, con la mente completamente en blanco, no lo podía creer, esto debía ser una pesadilla sin sentido, otra explicación no encajaba en su cerebro. Miraba su lata de refresco, todavía sellada, tratando de procesar todo lo que había para llegar a esto, gracias a dios no estaba sólo en esto, levantó la mirada para ver a su mejor amigo, Clyde McBride, en su misma situación, incluso se veía peor, ambos la habían cagado en grande.

Mañana era día de San Valentín, un evento que ha ambos les pasaba sin cuidado, ya había aceptado que pasaría un largo tiempo sin una chica, eran geeks fanáticos de los comics, del anime, de los videojuegos, una presentación que espanta a las chicas como si apestaran a loción de zorrillo. Ejemplos ahí estaban, Zach, Liam, y Rusty ya habían sido rechazados, o si tienen suerte, mandados a la friendzone, claro que ambos dolían como una patada en la entrepierna, mandando su autoestima por el inodoro.

A Lincoln le había tocado algo peor, por alguna razón, el grupo de chicas populares se había enganchado con él, dos años consecutivos, se le habían declarado chicas muy lindas, sólo para terminar con que era una broma, una apuesta, dañando su confianza. Sus hermanas, sin querer saber los detalles por miedo al trauma, se encargaron de ese grupo, tanto así que se cambiaron de escuela, pero el daño estaba hecho, no sentia que valiera lo suficente para una chica. En cuanto a Clyde, era demasiado tímido para interactuar con chicas en ese aspecto, si bien su amor platónico por su hermana Lori había desaparecido, sus formas de desmayarse por nervios aún seguían intactas.

Se suponía que este día debía ser como cualquier otro, si, los chocolates eran bienvenidos con gusto, aún si eran por compromiso, eso no lo podía negar, aunque ciertos factores ayudaron a que esto le explotará en la cara, tanto se quejaba de los protagonistas de animes con temática harem, de ser densos, idiotas en temas de amor, sólo para darse cuenta que era uno de ellos, y lo estaba pagando caro, posiblemente no vivan para el domingo. Lincoln miro a la audiencia, con una pequeña sonrisa.

"Hey, se darán cuenta por nuestras expresiones que estamos en un lío, uno gigante, querrán saber cómo llegamos a esto, bueno, todo empezó la mañana de este mismo día..."

Lincoln se despertó una vez sonó la alarma, no tardo cinco segundos en apagarla, hoy era el día tan esperado, después de tantos meses. El joven albino, de ahora catorce años, se levantó de su cama, mirando su gran cuarto, pues con tan pocas cosas que tenía, se veía más grande lo que recordaba.

Desde que Lori y Leni se fueron a la universidad, si, de alguna manera Leni consiguió entrar a la universidad, su examen práctico le valió para entrar a una carrera de diseño aún con su bajó nivel en el examen de conocimiento. Regresando al tema, sus padres optaron por darle el cuarto a su único hijo varón, pues el armario le estaba quedando pequeño, ya llegaba a la estatura de Luna cuando ella tenía dieciocho años, claro que el resto de sus hermanas armaron un escándalo, pero tuvieron que aceptarlo.

Aún como era costumbre, tenía que hacer fila para el baño, aun cuando sus tres hermanas mayores ya no vivan en la casa, pues Luna ido a seguir su sueño en el camino del rock, la familia aún era muy grande para el promedio del mundo actual. Lincoln hablo un poco con Luan durante la espera, al principio sufrió igual que Leni cuando su compañera de cuarto se fue, pero con el apoyo de todos, pudo seguir adelante, dentro de unos meses, seria su turno.

Su hermana comediante había madurado, ya no decía chistes a cada momento, de hecho, había mejorado bastante, lo cual le alegraba. Luan le recordaba a Lori cuando tenían la misma edad, no paraba de hablar de su novio, desde que salía con Benny, se le notaba más feliz, respeto para Benny, no es fácil aguantar a alguien tan bromista como su hermana, más el primero de abril, ni el novio se libraba de ese dia, aunque las bromas a el eran mucho menos rudas que con el resto, hablando de bromas, Lincoln entro al baño, habia activado otra broma.

El efecto Clincoln mcCloud (harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora