CAPÍTULO 2: Nueva Orleans

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CAPÍTULO DOS

   Diana estaba en uno de los bares que había en el barrio francés. La morena estaba en la barra, mirando al frente. Sus hermanos se habían ido a investigar otros casos, a pesar de la vida que tenían, para los tres era perfecta, porque sabían que estaban haciendo del mundo un lugar mejor del que ya es. La menor de los Winchester bajo la mirada hasta su brazalete y con la yema de sus dedos recorrió el dibujo. A pesar de llevar el apellido Winchester, en muchas ocasiones odiaba estar emparentada con ellos. Debido a que sentía que parte de ella era diferente a la de sus hermanos. Desde que tenia uso de razón John, para ella, era un desconocido, un hombre que apenas veía y que en verdad apenas se preocupaba por ella, en cambio sus hermanos sentían devoción por él, Dean como un referente y para Sam como su héroe, pero para ella era un hombre que se cegó por la venganza y la irá antes de darse cuenta de que tenia a tres niños a su cargo.

—¿Donde dejaste a tus guardaespaldas?—Preguntó Klaus poniéndose a su lado.

—Por ahí. —Diana respondió con toda la frialdad que podía poseer, a pesar de sentirse atraída por él. Pero sabia, y mejor que nadie, que era mejor mantener las distancias.

—¿Y dejan a su pequeña hermana en una ciudad tan peligrosa como Nueva Orleans?—Klaus hacia un fuerte esfuerzo para no extraer de ella el líquido rojo que palpitaba por sus venas.

—Subestimas lo que puedo hacer.— Diana termino de beber el bourbon que le quedaba en su vaso y se fue.

La morena salió del bar caminando por las coloridas y ajetreadas calles de Nueva Orleans, desde hacía tres años, ella era la codirigente de la ciudad junto a Marcel, y desde entonces, las tres especies la respetaban e incluso la temían, no por su apellido, sino por lo que era capaz de hacer si la enfadaban.

—Me sorprende que Marcel permita a una cazadora merodear por su ciudad.— Klaus se puso lado.

—Marcel no es el único rey de esta ciudad.— Diana aceleró su paso mientras empezaba a sentir una pequeña quemazón sobre su muñeca.

—¿Te temen? ¿A ti? ¿A una cazadora? ¿A una humana?—Rió Klaus haciendo que Diana se enfadara.

La joven cerro su puño con fuerza, intentando que de esa forma tranquilizarse, pero con cada palabra que el Original soltaba de su boca era una oleada de ira que la incitaba a clavarle su adorada arma en su pecho, pero a pesar de que esos eran sus deseos, verle sufrir, debía de serenarse. Los Originales eran precedidos por una larguísima lista de idiotas que les atacaron o desafiaron, y ella no quería ser miembro de esa lista, ni tampoco que lo fueran sus hermanos.

—No necesitó que vayas conmigo, se cuidarme sola. Cosa que tú no sabes.— Dijo finalmente la menor de los Winchester.

—En sí te debo la vida, amor.—Sonrió él.

—Mis padres me pusieron un nombre para algo.— Respondió ella irritada.

—¿Y cual es ángel?—Quiso saber él.

— Diana.— Se limito a decir con frialdad.

—Como la diosa Romana.— Puntualizó Klaus.

—Sí, una mujer completamente independiente. Así que tus funciones de protección, son inservibles. Se cuidarme sola a una edad en la que tú, cuando la tenias, incluso desconocías lo que era de verdad la muerte.— Diana entro en una casa, dejando en la puerta al híbrido.

La morena bajo unas escaleras dando a una especie se sótano, allí, se sentó en una silla y encendió el ordenador, esperando que no hubiera ningún mensaje ni nada parecido.

   Diana estaba en su casa, con un par de libros de su mano, los cuales le había enviado Bobby para poder buscar al demonio que su padre y sus hermanos llevaban buscando desde que ella tenia seis meses de vida

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   Diana estaba en su casa, con un par de libros de su mano, los cuales le había enviado Bobby para poder buscar al demonio que su padre y sus hermanos llevaban buscando desde que ella tenia seis meses de vida. La morena les puso en una mesa, mientras observaba como la noche había caído completamente en la mágica ciudad de Nueva Orleans.

—Hola muñeca, no sabía que habías llegado mis muchachos me lo tuvieron que decir, me siento herido.— Marcel fingió hacerse el dolido.

La cazadora rodó los ojos —¿Que quieres Marcel?— Ella no estaba de humor para que el "rey" de la ciudad viniera a molestarla, ya tenia a Klaus para ello.

—¿Por que piensas que quiero algo? Solo pasaba a saludar.— Marcel mintió. Claro que quería algo de ella. —D te hecha de menos, yo te eche de menos.— Sonrió él con un poco de egocentrismo.

—Te conozco y sé que necesitas algo de mí, dime que es porque no te creo, justo me iba ir a duchar.— Diana se cruzo de brazos molesta.

—Si quieres te puedo ayudar con eso.— Dijo el vampiro con picardía mientras sonreía.

—Y aquí es donde te golpeó tus partes y te clavo una estaca.— Sonrió Diana con maldad.

—Vale, está bien, tú ganas.— Alzo las manos en son de paz. —Un viejo amigo llegó a la cuidad sabes, y es algo incómodo para él que yo sea el rey de Nueva Orleans.— Explicó.

—¿Hablamos del híbrido?— Preguntó Diana. —¡Marcel Gérard! ¿No me digas que sientes amenazado?— Se burló riéndose.

—No es eso. Sólo que un Original no es trigo limpio. Tenemos una larga historia en común. Y pensé que podrías enterarte de que hace aquí, mis chicos te vieron con él. Pregunta por ti. Parece estar muy interesado en ti, que lastima, creo tener competencia. — Marcel sonrió.

—Primero, no tienes competencia. Segundo, no me siento atraída por ninguno.— Eso era mentira, Diana se sentía atraída por Klaus no tanto como para acabar en su cama, pero se negaba a admitirlo. —Y tercero, no me meteré en tus problemas con él, ni investigare por ti. Así que puedes irte.— Soltó la morena

—Solo pedí tu ayuda. Los peligros y la muerte siempre andan tras un Original.—Comentó Marcel.

—Agradezco tu preocupación, pero ya tengo problemas como para agregar a la lista a dos vampiros que intentan demostrar ser el macho alfa.— Diana se dio la vuelta, cogió los libros y se dirigió a las escaleras para subir a su habitación. —Ya sabes donde esta la salida, Marcel. Te aviso que iré con Davina en el día.— La cazadora desapareció por una de sus numerosas habitaciones.

La menor de los Winchester se encerró en su habitación, dejo sobre su escritorio los libros junto a su collar y su brazalete, y se acerco a su armario, donde cogió ropa limpia para cambiarse, entre ello había un pantalón de chándal ancho y de color gris, junto a una camiseta de tirantes de color negra, tras soltarse la coleta, cogió la ropa y la llevo al baño. Allí se metió en la ducha, dejando que el agua se llevase todo el maquillaje, sangre, barro y sudor que tenia por el cuerpo. Al terminar se vistió. Necesitaba estar cómoda para iniciar la búsqueda, iba a ser una noche muy larga, porque no iba a parar hasta que hallará al demonio que terminó con la vida de su madre ante sus ojos.











NOTA:
POR FIN nuevo capítulo jaja,
esperamos que les guste❤️!
Gracias por leer
Atentamente forever-wolf &-blondehunter

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⏰ Última actualización: Feb 05, 2020 ⏰

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