La guerra contra Allcuri.

Decepciones.

Escuchas unas risas algo dispersas,en eso un fuerte golpe te despierta.

-!Se volviste a quedar dormido despierte Wallace¡-dice una fuerte voz golpeando una mesa.

-ahh,huu?.- la risa indiscreta de tus compañeros termina por espabilarte

-!Despierte de una buena vez y ponga atención a a la clase¡.- agachas la mirada hacia tus manos 

-Si,si ya voy señor fleming.-apenas logras susurrar

-!Si vuelve a pasar  habrá graves consecuencias, graves he dicho¡.- suena una campana y el profesor regresa a su escritorio 

-Salgan, y nos vemos la próxima semana.-Recoges tus cosas, mientras escuchas  risas atrás

-Te volviste a quedar dormido-informa Tomas.

-¿Enserio?-tu sarcasmo logra sacarle una risotada a tu mejor amigo

-Ni lo notaste ¿verdad?-

-no, la verdad tenia demasiado sueño.-dices apenado.

-Pues contrólate la próxima vez así no te descubren.- dice mirándote con su típica sonrisa de "si me hicieras caso dejarías de hacer el ridículo tan a menudo"

-¿que hice ahora?-preguntas horrorizado

-comenzaste a balbucear a moverte de una manera muy liva, intente despertarte antes de que el señor Flaming te descubriera,pero tienes el sueño pesado amigo- 

Salen de la escuela rumbo a la cancha de fútbol donde ambos se sientan en el pasto, Tomas habla sobre como Summer Averi lo ignora y tu solo asientes porque estas demasiado aturdido por el sueño todavía.

De repente se escucha un estruendo apabullante, y parece como que todo se detiene miras a tomas y te das cuenta de que esta congelado;una nube de humo aparece frete a ti y de ella sale un anciano que se encuentra sentado en una silla que mas bien parece un trono,esta vestido de una manera muy extravagante con un traje rojo,una capa azul, en su brazo izquierdo tiene una infinidad de relojes.Su vista se dirige a ellos para después mirarte  a ti de pies a cabeza.Por fin habla rompiendo el silencio.

-Saludos joven- exclama el anciano con una reverencia

-eh, hola-dices incomodo

-!Soy, el gran Sar-gast, el hombre milenario, el hombre el tiempo, el ...-

Aquel anciano continuó hablando durante un rato, con títulos cada ves mas pomposos.

Al final termino y te pregunto:

-Bien ¿Quien eres?

-A...soy...-

-Bueno no importa, estoy muy ocupado mejor acabo rápido-

Y tronando sus arrugados dedos, una nube te cubrió. 

-¿Nos vamos?-dijo Tomas

-Pues si-