Con la musica en la radio.

Con la música en la radio.

Lo hicieron, lo habían logrado. Stiles ya era mayor de edad, y Derek había logrado reconstruir la vieja mansión Hale, según él por insistencia de Stiles y la manada, pero por dentro él sabía muy bien que lo hacía para poder tener a su Stiles junto con él, en el mismo lugar donde sus padres habían vivido felizmente hasta que pasó la tragedia.

Con ellos, se iba a vivir también Peter, Malia e Isaac, siendo este último casi hijo adoptivo de Derek y Stiles.

Su relación dejó de ser de amigos que pelean justo después de que regresaran de México cuando Kate había vuelto, Stiles se quedó con él en ese peor momento y ahí fue cuando Stiles había derrumbado la última pared en el corazón del gran lobo.

-¿En qué piensas?- preguntó su novio.
-En lo mucho que te amo- dijo, justo tomando de la mano a Stiles.

Stiles se ruborizó, Derek siempre le demostraba que lo amaba, pero cuando se lo decía, era otra cosa.

Después de ellos mismos pintar la sala, se sentían felices, de no necesitar nada más, o eso creyó hasta que Derek sacó de no sabe donde pan casero. Y Stiles muerto de hambre Stilinski no dudo en probarlo, pero había algo más que lo dejó sin palabras, aparte de tener la boca llena.

-Tu padre me dió la receta, él sabía lo mucho que amabas el pan que tu mamá hacía y juntos intentamos recrearlo el mismo día que Isaac te llevó al cine.- dijo Derek

Stiles no dijo nada, solo lo abrazó, derribandolo en el suelo, los 2 terminaron en el suelo, Stiles con su cabeza en el pecho de Derek, posición favorito de ambos a la hora de dormir.

-Gracias- dijo Stiles.

Derek solo lo apretó más contra él. Sabía lo difícil que era para Stiles hablar sobre su madre, y él lo entendía, él tenía la misma situación. Si bien ellos eran diferentes, tenían tanto en común a la vez.

Aún era temprano antes de volver manos a la obra y terminar de pintar la sala.
Stiles decidió poner la radio y comenzaron a trabajar, tarareando y moviéndose un poco al ritmo de la música. De pronto, Derek lo tomó de la mano y dijo: -¿Me permites?- Y como decirle que no a esos unos verdes que tanto amaba.

Los 2 comenzaron a bailar descalzos con la música en la radio. Desde la música pop hasta la parte de baladas.

Sin embargo, como siempre, Peter salió de la nada, arruinando el momento. Junto con él, llegó la manada.  Decidiendo que entre todos iban a ayudar a pintar lo que faltaba ya que los 2 tortolitos no hacían más que bailar.
Stiles se sonrojó un poco y escondió su rostro en el cuello de su lobo, pero estaba feliz, se sentía completo.

El día de la mudanza oficial, Peter les dio una foto, de ellos 2 bailando en la sala a medio pintar, descalzos y con pintura en sus rostros pero amor en sus ojos.

Sabían que vendrían problemas y dificultades, porque, vamos, siempre los hay, y más si hay seres sobrenaturales que añadir.
Pero a la vez sabían que estando juntos, todo se solucionaría.

Fin.