El bote misterioso

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Era un día como cualquier otro, las risas y los buenos momento no faltaban; Gil estaba comiendo algo de pan, Jay y Lonnie tenían un combate de practica con espadas para entretenerse un rato, Harry, como siempre, estaba detrás de Uma intentando llamar su atención con poco éxito.

—¡Harry, ya déjame en paz!— Gritaba una muy molesta Uma— Estoy intentando tomar el timón correctamente, deja de abrazarme.

—Apenas me dejas acercarme a ti— Decía Harry suspirando resignadamente y alejándose de Uma— No sé qué más puedo hacer para transmitirte todo lo que siento por ti.

—Soy tu capitán y debes tenerme respeto— Contestaba Uma sin soltar el timón y fijando su mirada en el mar.

—No eres solo mi capitán... Yo creí que una vez fuéramos adultos, ya sabes... Creí que estaríamos juntos.

—Estamos juntos, como siempre; Gil, tú y yo

—No me refiero a eso— Tomó una de las muñecas de la chica para que soltara el timón y la hizo girar hacia él. La acercó a su cuerpo y con la mano que tenía libre sujetó su cintura haciendo que no quedará ni un centímetro de distancia entre ellos— Me refiero a ti y a mí; ser novios, pareja, amantes.

—Olvídalo— Uma forcejeó intentando liberarse pero el pirata era más fuerte— Somos amigos, Harry y solo seremos eso— Harry la vio con notable deseo, soltó su muñeca para sujetar su cabello y robarle un beso, Uma correspondió por unos segundos. Solo usó el beso como distracción para empujarlo lejos de ella, cuando se encontraron separados; la chica abofeteó fuertemente a Harry— ¡Ya para de hacer eso! ¡Vete de aquí, es una orden!

Harry se veía molesto pero obedeció la orden que su capitán le estaba dando, tomó su garfio y se alejó. Fue a cubierta y se acercó a una de la orillas dejando que su cara se recuperara del reciente golpe, intentado dejar de lado el dolor que sentía, no solo en su cara sino también en su pecho; fijó su mirada en el océano y fue cuando lo vio, un pequeño bote salvavidas. Sacó su catalejo para ver qué o quién iba en el bote; logró divisar algunas cajas, algo de fruta y una extraña figura envuelta en una sábana. Pensaba en dejarlo pasar, si Uma lo veía y decidía acercarse, eso se haría; pero entonces la sabana se movió dejando ver un brazo humano.

—¡Capitán! ¡Un bote!— Uma de inmediato sacó su catalejo y vio lo mismo que momentos antes había observado Harry.

—¡Gil, suelta el ancla!— El rubio corrió dejando caer su pan— ¡Jay, Harry, prepárense para ir a aquel bote! ¡Lonnie quédate conmigo y preparémonos para cualquier amenaza!

Todo pasó demasiado rápido, Harry y Jay iban remando aproximándose más y más al bote que se encontraba flotando a la deriva.

—¿Quién de nosotros subirá a inspeccionar?— Preguntaba Jay intentando evadir el posible peligro.

—Yo lo haré— El chico aún estaba enojado por lo sucedido con Uma. Si era una trampa, por lo menos tendría con quien desahogarse.

Cuando se encontraron al lado del botecillo, Harry se apresuró a investigar; pasó algunas cajas con provisiones, espadas, pólvora, algo de ron y vino; los cuales no bebían pero sería bueno para comerciar o intercambiar en algún puerto. Solo quedaba la sabana, se acercó, con espada en mano y la levantó lentamente dejando al descubierto a una mujer joven de algunos veintitrés o veinticuatro años, levantó más la sabana para ver si estaba herida pero se encontraba intacta y desnuda; el hombre la envolvió de nuevo en la tela y la levantó en sus brazos llevándola al otro bote donde Jay los esperaba.

Remaron a toda prisa de vuelta a la embarcación para que Lonnie la revisara mejor, no sabían cuánto tiempo llevaba la mujer en el bote, no sabían si estaba dormida, desmayada o muerta.

Al llegar, Harry tomó a la chica como si fuera un costal de papas, era la mejor manera de subir al barco sin que estorbara; Jay pasaba las cajas a Gil. Una vez en cubierta, el pirata informó a su capitán y a la enfermera sobre el estado de la chica.

—Encontramos a una mujer, no está herida pero no reacciona; no sabemos si está respirando.

—Tráela a la enfermería, la revisaré con detalle.

Lonnie y Harry se marcharon con la naufraga mientras el resto de la pequeña tripulación se quedaban a revisar el nuevo cargamento.

En la enfermería, Lonnie revisaba a la extraña.

—Parece que está bien; no tiene heridas visibles, sus signos están bien y no tiene señales de deshidratación o desnutrición. Es todo lo contrario, es muy bella.

Harry la observó y concordó con Lonnie.

—Sí, muy hermosa— Era joven, más que cualquiera de los que iban a bordo de la nave, tenía un cabello corto y castaño claro, piel clara sin señales de quemaduras a causa del sol, delgada y de una estatura promedio, cercana a la de Lonnie— ¿Qué tiene en la mano?.

—Es un anillo... Uno muy raro, parece que es de oro y tiene forma de tridente.

—Es hija de Poseidón— Aclaró Uma quien estaba entrando a la enfermería— El rey de los mares le obsequia tridentes a sus descendientes; Tritón, padre de Ariel, es un claro ejemplo. Pero claro, el suyo ahora está en el museo de Auradon, parece ser que ahora es ella quien gobierna los océanos— Nadie decía nada, estaban impactados con el hallazgo que tenían frente a ellos y que yacía en un camilla.

Harry fue quien rompió el silencio...

—¿Eso quiere decir que tenemos una diosa a bordo?

Diosa a Bordo [Harry Hook] [COMPLETA] [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora