En la vida siempre hay más de una forma de hacer las cosas. Para Dahyun, lo correcto era mantenerse en la vereda derecha, de la mano de sus padres y con fe ciega en la religión. Si había algo que ella no podía hacer fácilmente, lo lograría si rezaba lo suficiente y se esforzaba en cumplirlo.
El otro lado de la moneda estaba personificado por Hyunjin, quien gustaba de caminar por la calle y cruzar a media cuadra, sin importarle quién fuese a su lado. Su familia nunca tuvo una inclinación fuerte por la iglesia y eso era algo que él hacía explícito durante las clases que hablaban sobre ello. "Yo no creo en esas tonterías", era su respuesta ante una escandalizada Dahyun.
A él le gustaba salir de fiesta y bailar sobre las mesas, mientras que ella era más de bailar a un metro de distancia y solo en las fiestas organizadas por su familia. Los Kim eran conocidos por organizar cada evento a beneficio a los cuales los Hwang rara vez asistían.
Por ende, entre Dahyun y Hyunjin no existía lazo alguno.
Excepto... Las vacaciones.
Ambas familias eran oriundas de Busan y poseían propiedades colindantes con el sector portuario de la ciudad, separadas por apenas una manzana y media. Era extraño que nunca se hubiesen cruzado, pero la explicación era bastante simple: viajaban en momentos distintos del verano. Por lo general, los Kim lo hacían durante el primer mes y medio y los Hwang, en el último mes, por lo que Hyunjin comenzaba el curso dos semanas tarde.
Y eso era absolutamente inaceptable para la familia de Dahyun y, por ende, para ella misma.
Sin embargo, a veces se necesita el aleteo de una mariposa para poder cambiar de opinión respecto a ciertos asuntos.
—Dahyun, este año nos toca organizar los eventos benéficos de todas las vacaciones, por lo que no podremos ir de vacaciones con tus abuelos a Busan. Sin embargo, luego de conversarlo un poco con tu padre, decidimos que puedes viajar sola si lo prefieres, por todas tus vacaciones.
Esa sería la primera vez que Dahyun saldría de casa sin supervisión. Y, aunque ella quisiera negarlo, estaba emocionada en niveles que no creía posibles.
Armó sus maletas con entusiasmo y tomó el primer tren que la llevaría hasta el terminal, donde sus abuelos la esperarían. En el mismo vagón que ella, justo tres hileras de asientos más adelante, estaba Hyunjin jugando con su móvil. Sus padres parecían conversar de algo que lo mantenía alejado del mundo y quizá sintió la mirada de ella o solo fue una casualidad, pero alzó la vista y la observó directamente.
¿Era normal que se sintiera aún más pequeña por esa mirada?
Hizo puños el borde del vestido y bajó su atención a éste, concentrándose en el patrón floreado. Esperando que él dejara de mirar como si fuese un bicho raro. ¡Es decir! La forma en que la miró, con tanta curiosidad, le hizo sentirse estudiada. Observada. Incluso un poco juzgada.
Con el correr de los minutos, Hyunjin se rindió y volvió al móvil. En ese momento Dahyun se permitió vaciar sus pulmones e inhalar de nuevo, un poco más relajada esta vez.
Alzó la cabeza hacia el techo y se quedó en esa posición hasta escuchar el nombre de la estación en que debía descender. A prisa intentó bajar la maleta de equipaje, pero, al no conseguirlo, observó a sus costados antes de subirse sobre el asiento. Estaba a punto de sacarla cuando una voz la distrajo.
—No deberías subirte al asien--... ¡Dahyun!
El ruido seco le hizo cerrar sus ojos. La maleta estaba al costado, abierta y ella, por suerte, estaba en los brazos de Hyunjin.
Definitivamente pintaba para ser un mes bastante largo.
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Summer Love | 2Hyun
FanfictionElla era distante como una fría luna y la personalidad de él quemaba como el sol. A Dahyun le gustaban las cosas simples, pero Hyunjin era todo menos algo que se pudiese aprender de memoria. Simplemente dio vuelta su mundo y le enseñó que, para vivi...