Ya pasó un mes desde que comenzó el año. Ginny y Harry ya están de novios, y yo soy muy feliz por ellos. Draco no había vuelto a aparecer en mis pensamientos hasta que Ginny me dijo que desde que estábamos en el tren, no nos molesto nunca, ni a nosotras, ni a mis amigos, ni a nadie, lo cual es muy sorprendente.
Era viernes por la noche, y no tenía sueño, asíque aproveché para salir a dar una vuelta y terminar en la torre de astronomía. Me quedé un rato allí, mirando las estrellas en silencio. Al rato me pareció escuchar un ruido, pero decidí ignorarlo y me puse a cantar. Era una canción de un cantante muggle que a mí me gusta mucho. Mi voz es muy hermosa, pero nunca me gustó mucho cantar delante de los demás.
-Que bella voz- dijo alguien atrás mío cuando termine de cantar. Me giré asustada, y para mí sorpresa el que me lo dijo era...
-¿Draco?- dije confundida
-Si, estaba aburrido y quise venir a despejarme, pero escuché una voz muy hermosa con una canción realmente linda, y no quise interrumpir- dijo un tanto ¿Sonrojado?
-Gracias, aunque no creo tener una voz tan linda- dije yo también ¡Sonrojada!
-La tenés- aseguró
-Gracias, creo que me tengo que ir, así no te molesta más mi presencia- dije levantándome
-En realidad, me agrada que estés acá, quédate, yo quería despejarme y escucharte cantar me ayudó- dijo sonriendo sin dejarme avanzar- Si querés, quédate, y charlamos un rato- dijo para mí sorpresa
-Estas seguro que querés hablar conmigo, una "sangre sucia"- dije haciendo comillas con mis dedos
-Si, no me importa el estatus de sangre, era mi padre el que me obligaba a decir todas esas cosas y actuar de esa manera, pero ahora está en Azkcaban, y a mi madre no le importa eso asíque, al fin puedo hacer lo que yo quiera- dijo sentándose y sin mirarme
-Wow no sabía eso, creo que podemos hablar- le dije sentándome a su lado
-No muchos me creen, y como lo estoy demostrando, ya perdí a los que creía que eran mis amigos- dijo algo triste mirando las estrellas
-Nosotros podemos ser amigos, y si me estás diciendo la verdad, creo que ganarás más amigos de los que pensás- dije mirándolo con una sonrisa
-Eso espero, me alegra tener una amiga de verdad, después de tanto tiempo- dijo
-Tanto tiempo?- pregunté intrigada
-Cuando era chico, tenía una mejor amiga, y una de verdad, sus padres eran sangre pura y creían que ella iba a ser una bruja cuando sea grande, pero descubrieron que era squib, y la dieron en adopción- dijo cuando comenzó a llorar, muy despacio. Se giró hacia otro lado para que no lo viera y terminó la historia- desde entonces no la vi nunca más, y no volví a tener una amiga así- dijo llorando. Yo lo giré, le limpie las lágrimas con mi manga y lo abraze. A él le sorprendió pero siguió mi abrazo.
-Tranquilo, ahora vas a estar mejor, ya no tenés que preocuparte por tus padres ni nada de el estatus de sangre- dije acariciándole el pelo
-Gracias- dijo cuando se calmó un poco. Se recostó y seguio mirando las estrellas pero en silencio. Yo estaba sentada a su lado, también observandolas
-Si querés podés acostarte, no me molestas-dijo estirando un brazo
-Gracias- dije simplemente acostándome a su lado, con mi cabeza apoyada en su brazo.