1 | Que bien se ve

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"Se le envía este mensaje, para invitarle al cumpleaños número ? De Cardi B. Usted ha sido invitado por tener una colaboración previa con la rapera, esto para ella le convierte en familia y sería terrible si no tuviera su presencia.
Le esperamos."

El colombiano leyó la carta física un par de veces hasta poder asimilar lo que estaba escrito. A pesar de que habían tenido una canción juntos, no le parecía que fueran cercanos, no lo suficiente para invitarle a su cumpleaños, pero bueno, ahora era un invitado y por mucho que ahora mismo se estuviera pensando en ir y no podía ser grosero. Después pensó en quien más iría a la mentada fiesta. Se percató que ningún otro latino asistiría. A pesar de ser una celebridad, y de parecer confiado, no era asi, constantemente estaba pensando en su futuro y en su presente, siempre estaba al borde del pánico y siempre atareado.

"Estaré solo, ni siquiera me recuerda, me ignorarán como a Maluma en MetGala, me humillaran, me la pasare fatal."

Comenzó a idearse cosas sin sentido, cerro los ojos y los apreto fuerte. Despejó su mente y bajo  la carta, la puso sobre otros papeles en la pequeña mesa en medio de la cocina. Dio un sorbo a la taza de café que sostenía y miró al televisor delante el que anunciaba el clima para Los Ángeles, no prestó demasiada atención pues el bullicio que había tras de el, le recordó lo que estaba haciendo. Se dio media vuelta y encontró a su hermana menor, Carolina, jugando con su hija, ambas gritaban con emoción al ver como uno de los Golden Retriever las perseguía por el enorme patio trasero.

— Sammy, ¿Que está haciendo?—

Le grito con una sonrisa, la niña de ojos azules corrió hasta el, Balvin la levantó y le abrazo fuerte.

— ¡Tío, Army me quiere morder! ¡Mira!—

El adulto miró al cachorro y sonrió.

— Sammy, pero si es un bebé.—

La niña cruzó los brazos y se negó a acceder con su tío, el hombre solo pudo volver a reír con lo ingenua que era su amada sobrina.
Su hermana, rápidamente se acercó a ellos, y les abrazó. Hacían una hermosa y pequeña familia.
Balvin respondió con energía, y besó su cabeza.

— ¿Por que no juega con nosotras?... Se ve algo pálido, ¿le han traído noticias?—

Le pregunto algo preocupada.

— Me invitaron a una fiesta, beba.—
— Que bueno, por fin se dará una ducha, porque apesta.—

Los tres rieron. Quizá no sería tan malo, los ojos de su hermana se lo decían, era solo una fiesta, nada malo puede pasar.

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El puertorriqueño saltó de su cama al escuchar el teléfono sonar a un volumen increíblemente alto. Abrió bien los ojos y lo busco por la habitación.

— ¿Eh? ¿Quien es?—

Contesto con la voz ronca, talló sus ojos para despertar aun más, estaba cansado, se podría decir que recién había ido a la cama, eran las 9 am y aún no podía tener un rato de sueño, pero así le gustaba pasarla, era joven y no tenía nada más que hacer.

—Ah, si gracias por la información, nos vemos.—

Le llegó de igual manera la invitación al cumpleaños de la rapera.

Se dejó caer aún más sobre el colchón y el teléfono resbaló de sus manos. Le agradaba la idea de salir de fiesta, siempre que podía lo hacía y se recompensaba a si mismo dándose el gusto de regresar hasta que saliera el sol.

Pero no quería ir a esa fiesta, no particularmente a esa, odiaba hablar en inglés, le recordaba a esa persona de la que poco hablaba y que cuando alguien de su familia le mencionaba no podía evitar sonrojarse y molestarse por la mención.

Tal vez el conejo malo tenía un secreto que no podía contar o uno que con lo poco que hacía ya estaba contando, pero prefería pensar en que nadie jamás lo sabría de ninguna manera.

Se tapó con la sabana y cerró los ojos con fuerza sin querer recordar, pero accidentalmente haciendo que esos recuerdos le atacaran.

—¿Que pretendes tu?—

Se dijo a su mismo bajo las sabanas blancas, como un niño pequeño huyendo de un monstruo imaginario.

Se tapó las orejas para aislarse aún más, queriendo dormir.

Pero no se puede huir del pasado, mucho menos del futuro.

De todas maneras, si la rapera los estaba invitandolo por la canción que habían hecho, obviamente tenía que ir el otro cantante de esta, por lo que parecía que tendría que ir, no perdería la oportunidad de salir con su colombiano favorito.

También pensó en que podrian usar un traje a juego. Y hacerse las uñas.

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—¿Benito?—

El colombiano pronunció con timidez, su hermana delante de él tenía a la pequeña cargada en brazos y ambas parecían estar dándole consejos sobre algo.

—Ah si, que bueno que esté bien, quería preguntarle algo Beni.—

Las chicas le dijeron algo en señas y José sólo asintió con la cabeza.

—Me llegó una invitación particular y supongo que a usted igual, es sobre una fiesta...—

Cerró los ojos y escucho con atención.

—¿En serio? Que buena, 'tamos pues mi Conejo.—

Colgó el teléfono y miro a su familia.

—¿Que le ha dicho? ¡Ay no mi José pero digamelo ya!—

Balvin se cubrió el rostro con una sonrisa en la boca.

—Me dijo que le ha llegado el mismo mensaje y que me iba a preguntar lo mismo sobre mi asistencia, me dijo que quiere que vallamos los dos.—

La joven mujer salto y estrujo a la niña.

—¡Que emoción José! Irás con las estrellas más cotizadas de Hollywood, se hablará con Madonna.—

El peli-rubio la abrazo fuerte con un poco de ternura. La chica le dio a la niña y se miraron los tres.

La niña jalo de la única cadena que Balvin usaba en casa y torció la cabeza.

—¿Pero como así que van a ir junticos? ¿Como novios va'ser? ¿Va tener que usar el vestido como cuando mi mamá fue pal' baile de su escuela?—

Los adultos rieron con las ocurrencias de la pequeña, balvin le cubrió el rostro con su mano e hizo una voz como de "monstruo", la niña dio un grito con diversión y José la volvió a mirar.

—Si niña, que voy a tener que irme vestido de princesa para poder impresionar a todos.—

La niña enrojeció algo tímida.

—¡Ay tío pero no diga eso!—

—¿Por que no? ¿Quiere practicar el maquillaje desde ya? En su casa de muñecas lo podemos hacer mi Sammy.—

La niña pido que la bajaran y corrió en dirección al lugar mencionado, Carolina se acercó a él y le sonrió poniendo las manos en su pecho.

—Jose, uste' es el único hombre que conozco que se dejaría pintar de princesa por ver a la niña feliz, y no se si me deberia preocupar, pero me da gusto que valla a su fiesta esa.—

Se tomaron en brazos, dándose confianza.

—A mi igual me da gusto, Cari.—

La joven levantó el mentón y observó algo en los ojos de su hermano. En el momento no lo quiso decir, pero sabía que algo había con Bunny y su hermano, era curioso que José se pusiera tan nervioso solo por hablarle por teléfono, quizá era por algo que sospechaba que ocultaban, o que tal vez ni sabían, y eso le hacía preocuparse, su hermano no se había enamorado de nadie en años, no quería que saliera lastimado.

—Hermanito...—

—¿Eh?—

—Nada...ande a jugar.—

Baila Pa' MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora