E-Vidente

7.2K 310 62
                                    

Era un gustazo poder ir juntas a un concierto y pasar desapercibidas entre la multitud, que nadie les pidiera hacerse una foto o, lo peor, que les metieran el móvil con el puto flash en toda la cara sin pedir permiso. Un gustazo y algo excepcional, así que habían aprovechado para disfrutar de la música como dos amigas anónimas lo harían. Bailando, cantando y dándolo todo. Tanto fue así que la cena, que había consistido en cuatro tapas acompañadas de un par de cervezas, la habían quemado ya a la tercera canción.

¿Sabéis eso de una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad? Pues con el mantra de "solo somos amigas" había ocurrido algo así. En primer lugar, cada una lo había recitado en su cabeza en la academia. Una tenía novio y la otra lo acababa de dejar. Muchas cosas por aclarar y digerir antes de poder abrirse a tener una relación amorosa con otra persona. Por más que esa persona le hubiera robado el corazón el día que sus ojos se encontraron por primera vez. Después, el miedo al rechazo, a que la otra no sintiera lo mismo. Alba se había mantenido más al margen de todo el tema Albalia, quería dejarle el espacio y el tiempo suficiente a Natalia para que procesara todo. Al fin y al cabo, la que tenía pareja durante su encierro televisado era ella. Al salir, todo se le había hecho bola. Su relación con Mikel, la "fama", el escrutinio de su vida privada por parte de desconocidos. Alba esperaba y esperaba algo que con cada día que pasaba, perdía un poquito más la esperanza de que ocurriera. En los meses que habían transcurrido desde su salida de la academia Natalia no había cambiado su definición de Albalia, una amistad y una conexión especial entre dos personas. Eso, fuera de toda duda, era real. También se mantenía la navarra en el "somos amiguis, de verdad, os lo prometo", en llamar pesadas a las fans que le gritaban "Albalia es real", en molestarse cada vez que sacaban el tema en una entrevista, en pedir que superaran Toxic... Porque lo de Toxic fue todo un reto para ellas, y no me refiero a nivel vocal o de coreografía, que también. El trabajo de aquella semana no solo consiguió que hicieran una actuación en la gala memorable. Fue una semana dura que hizo estragos en ambas, pero también les sirvió para aprender a crearse una coraza con la que protegerse de unos sentimientos abrumadores. Con el tiempo y los ensayos para la gira habían conseguido mecanizar la actuación de forma que podían hacer disfrutar al público, ambas perfectamente conscientes de lo que la gente quiere de ellas en esa canción, y no morir en el intento. Porque sin esa coraza tener a Natalia Lacunza arrodillada ante ti y no sucumbir a ella es imposible. Igual de imposible que resistir la mirada hambrienta de Alba Reche o sentir cómo sus manos se deslizan por tus caderas mientras vuestras espaldas están pegadas y no lanzarte a sus labios acto seguido.

Cuando esa coraza aún era una capa tierna habían tenido algún que otro desliz, como las palmadas en el culo, el mi mano ha caído ahí, aquel cómo pretendes que me enamore de ti así, Natalia (como si no estuviese ya hasta las trancas) o el secuestro de la rubia por parte de la morena para encerrarse en la ducha por poner algún ejemplo.

Como no podría ser de otra forma, la madre de todos los deslices se merece un párrafo para ella sola y un monumento a los ovarios de la Reche. Con escribir "beso-clase-improvisación" sabéis perfectamente a lo que me refiero. Me voy a ahorrar los detalles, que para eso habéis visto el clip cuatro millones de veces. Cada una.

Tampoco ha ayudado la cantidad desorbitada de trabajo que tienen las dos. Natalia ya ha publicado su EP, pero eso no significa que tenga más tiempo libre. Ahora está volcada en preparar una futura gira y, a la vez, sigue componiendo. Y Alba no se queda atrás, está ultimando los preparativos del álbum que sacará en unas semanas. Ambas son unas hormiguitas muy trabajadoras.

A pesar de todo, si no creéis en el destino, en las almas gemelas, lo que ocurrió con estas dos chicas es la prueba que os dejará con cero dudas. Lo que pasó aquella noche tenía que pasar, más tarde o más temprano, pero tenía que pasar. Dave es de los que lo tenía muy claro, de ahí su mantente que ocurrirá.
Natalia, en cambio, tenía esa incertidumbre respecto al destino, por eso escribió en SLS:
But tell me what would happen
If we saw each other
In another life
In another place

E-videnteWhere stories live. Discover now