Fugándose de nuestras pupilas. (t/n x Erwin)

"Aquello que apenas llego a recordar"

No sé como o por qué fue, pero me asignaron a la línea trasera, a la retaguardia.

Las piedras volaban por doquier y nadie sabía exactamente qué estaba sucediendo, pero nos dirigíamos a caballo, enfrentándonos de frente a la gran bestia, nuestro enemigo.

Yo iba en la última fila y mi amado al frente, dirigiéndonos. Fue tal mi grado de temor, que mi cuerpo dejó de sentir, como si me moviese por instinto, arremetiendo como un animal furioso, sin mucho pensar, ya que en verdad no estaba de acuerdo con el plan, pero era nuestra única alternativa si queríamos que algunos volviesen vivos, o al menos de eso quería convencerme.

Mientras las piedras volaban y caían bruscamente, mi caballo resbala y caemos, mi cuerpo rebota, rueda contra el suelo, me golpeo muy fuerte y puedo ver la sangre corriendo por mis extremidades y partes de mi ropa rotos.

Cualquiera hubiera gritado del dolor, se hubiera quejado o hubiera emitido al menos un simple gemido, pero yo...no sentía nada y no podía entender por qué aún en esa situación sólo me preocupaba si podría verlo aunque sea una vez más.

Si podría volver a perderme en sus ojos o revivir cada sensación que él despertó en mi ser, pero mis ojos lentamente se cerraban y mi mente se ponía en blanco.
Gritos de desesperación y dolor, coronados por la voz de nuestro comandante gritando "¡avancen!...¡por el bien de la humanidad!".
Es lo último que llego a recordar, lo último que mis oídos lograron escuchar...