🌼 03 🌼

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Una semana pasó rápidamente y el como Jungkook trataba a Jimin hacía que todos quieran morir de diabetes, eran tan pegados y dulces que tan sólo verlos necesitabas una insulina.

— ¡Creo que voy a morir! — chillaba Lisa con una gran sonrisa.

— Eres tan irritante, por eso no tienes novia o novio — habló Tae y recibió un golpe duro en su espalda que hizo una cara de dolor.

— Idiota, ni siquiera le dices a Hoseok que lo amas

— ¿Yo qué? — en esos momentos el mencionado iba hacia ellos con un pan en mano.

— ¡Nada! — gritó Tae sonrojado y empezó a corretear a Lisa quién reía.

— Jinnie Hyung — llamó Jimin corriendo a sus brazos.

— ¿Que pasó pequeño? — acarició sus cabellos, pues eran tan suaves que las ganas de tocarlo te ganaban.

— Jungkook aún no viene y ya empezarán las clases — estaba preocupado ya que su mayor no era de faltar a clases así nomas sin decir nada.

Justo hoy viernes último día para comenzar sus vacaciones no venía, que por cierto, mañana su hermano vendría a visitarlo.

— Ya vendrá, no siempre uno viene temprano o por un día faltará — trato de calmarlo pero era un asco haciéndolo.

— Tienes razón

Las clases comenzaron y al parecer Jungkook no vino hoy al colegio, tan pronto fue la hora de salida se fue sin despedirse de sus amigos ya que iría a su casa para dejar sus cosas e ir en busca del mayor para saber si se encontraba bien.

Tan pronto llegó y abrió la puerta sintió cómo tapaban sus ojos, el miedo invadió su cuerpo e intentó zafarse de aquellos brazos, pero todo era en vano.

— Tranquilo pequeño — esa voz que conocía perfectamente, se tranquilizó y trató de voltear, más no pudo hacerlo.

— Jungkook déjame verte ¿Por qué no viniste hoy? ¿Pasó algo?

— Hice una sorpresa muy especial por eso falte hoy, quédate ahí ¿Bien? — las caricias en la cintura de Jimin lo tranquilizaron y asintió — perfecto

Escuchó cómo algo se arrastraba, platos, vasos y más cosas que no podía identificar perfectamente gracias a aquella venda ya que tapaba también su oído.

— Listo — tan pronto dijo eso la venda fue quitada de sus ojos permitiéndole ver lo que había dentro de su casa.

Sus manos fueron a su boca y las lágrimas amenazaban con salir, quizá para algunos sería algo sencillo, pero si provenía de Jungkook todo es mágico y tan maravilloso.

— Es hermoso

Una mesa en el centro, platos alrededor y en el centro un gran ramo de flores, había un camino de velas hasta su habitación así que suponía que había otra sorpresa más.

— Ven, comamos para ir a la siguiente — sonrió el mayor y ambos se sentaron con un adorno de sonrisa en sus rostros.

— Está rico, cocinas excelente — halagó Jimin.

Tierno ✧ Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora