Delicado Secreto <<Hardzzello>>

Capitulo 4. Primer Encuentro

Primer día. Nuevas experiencias se avecinaban para cada uno de los alumnos, tanto para los de nuevo ingreso o para los que ya habían pasado algún semestre en esta prestigiosa institución.

El recién universitario, se dirigía nervioso a su primera clase. Benjamín buscaba sin parar, el aula donde se le impartiría la primera asignatura del día, pero fallaba miserablemente. Él se encontraba un poco confundido con todos los salones que había en el gran campus. Los pasillos le parecían interminables y en ocasiones, sentía que solo caminaba en círculos.

Tal vez eran figuraciones suyas a causa de su desesperación por entrar a su primera clase y no llegar tarde. Pero el podría asegurar, que al caminar por los corredores de los distintos salones, podía escuchar algunos murmullos sobre él. Algunos eran inaudibles, pero otros si se escuchaban a gran voz.

"¿Ya viste al nuevo?"
"Ese rubio que va allí, es demasiado guapo"
"¿En qué carrera irá?"
"¿Cómo se llamará?"
"¿Tendrá novia?"
"Yo sí me lo vengo ligando."

Comentarios inocentes y algunos subidos de tono, eran los que los oídos de Benjamín lograban escuchar. Se sintió un poco incómodo ante esto, pero pensó que sería mucho mejor, ignorar estas palabras y pedir un poco de ayuda para que finalmente, pueda llegar a su salón.

Después de que un mentor del campus, lo guiará correctamente hacía su destino, entró un poco dudoso en el lugar dónde se le enseñaría la materia de "Literatura". Se sentó hasta el frente de todas las bancas de ese gran lugar y comenzó a sacar las cosas necesarias para tomar su primera clase del día de hoy y también, la primera clase de su nueva vida universitaria.

Los minutos pasaban y su profesor no se presentaba en su escritorio. "Vaya, y yo que pensaba que el que llegaría tarde, sería yo" pensaba el rubio, ligeramente molesto. Los alumnos entraban y tomaban sus asientos, pero ninguna de las personas que llegaba, era el profesor... ¿Joseph? El rubio recordaba vagamente el nombre de su nuevo profesor y a pesar de que todavía no tenía el gusto de conocerlo, ya no le agradaba tanto. ¿Por que tardaba tanto en llegar?

El último asiento fue ocupado. Todo el salón estaba abarrotado de alumnos y el profesor no aparecía. Hasta que un fuerte sonido de una puerta al azotarse, se hizo presente.

El temido y respetado Profesor Joseph Francis Mazzello III, había llegado.

Con su típico maletín colgado de un brazo y un humeante café en su mano, llegó finalmente a su escritorio. Un silencio rotundo se generó al ver que la silueta de aquel hombre, se adentraba al salón donde en unos minutos, se presentaría. Su intensa mirada color avellana, se paseaba por todos sus nuevos alumnos. Aquellos que serían sus próximos dolores de cabeza.

Pero algo lo hizo detenerse en un alumno.

Sus ojos se concentraron en ese misterioso chico de cabello rubio y ojos verdes, que se encontraba sentado en la primera fila de su salón de clases. Joseph trataba de evitar clavar su mirada en este joven, pero algo de él, lo atraía constantemente. Tal vez era el hipnotizante verde que sus preciosos ojos presumían. O la hermosa simetría que su rostro reflejaba y cautivaba. O solo tal vez... Era la simple presencia de este joven la que le quitaba el aliento.

En sus años como educador, nunca había sentido sensación así con algún alumno. Tiene que decir, que esta nuevo efecto que un chico está logrando en él, le aterra.

Pero todas estas inquietudes desaparecieron al pensar fríamente en unas simples palabras: "Joe, todo esto te está confundiendo. El buscar a tu pareja ideal, te hace ver cosas donde claramente, no las hay. Deja las tonterías de lado y concéntrate, por favor" Se regañaba a si mismo. En un instante, despejó su mente totalmente y decido, rompió el incómodo silencio que este salón albergaba.

-Número 1. No tolero ninguna falta de respeto hacia mi persona o hacia ustedes.- El repentino sonido de la voz del pelirrojo, hizo sobresaltar al salón, incluyendo a Benjamín.
-Número 2. Toda tarea y actividad, debe ser entregada en tiempo y forma. No acepto ninguna excusa- Las palabras del profesor, atormentaban a todos. Menos al rubio sentado frente a él y esa actitud, la podía detectar el mayor. Aunque se vea extraño, esa postura retadora le gustaba.
-Número 3. Mis clases son importantes. Si no asisten, está bien. Pero las faltas les afectarán. Quieran o no.- Otra amenaza salía de los labios del Profesor Joseph.
-Y número 4. Llegar tarde, significa falta.- A él rubio le pareció irónico que tocará específicamente ese punto, ya que el mismo había llegado tarde el día de hoy. No pudo evitó rodar sus ojos como señal de sarcasmo ante este último comentario.

Era obvio que el mayor frente a él, se diera cuenta de su actitud y claro que se aprovecharía de esto.

-Joven...- Señalo al chico rubio de la primera banca.
-¿Cuál es su nombre?- Inició la conversación con esa interrogante. Todo el salón, estaba atento a lo que pasaría entre el alumno y el profesor.
-Benjamín...- Contestó el menor.
-Nombre completo- Seguía hablando con esa autoritaria voz.
-Benjamin Jones Hardy, profesor- Ahora, el menor ya no se sentía con tanta confianza como en el principio. Su voz, ahora lo intimidaba... Un poco. Sólo un poco.
-¿Por qué acaba de hacer ese gesto? El de sus ojos... ¿Acaso le parece que dije algo incorrecto?- Benjamin podía sentir como toda su seguridad, se derrumbaba en un segundo. Pero no dejaría que su nuevo profesor, lo atormentara.
-Me pareció un tanto irónico, que dijera algo sobre llegar tarde al salón. Por qué justamente, hoy llegó tarde.- Contestó Benjamín, su voz transmitía una gran estabilidad aunque realmente, se estaba muriendo de nervios.

El Profesor Joseph, solo dedicó una mirada serena hacia su nuevo, atractivo y retador alumno de nombre Benjamín.

-Joven Jones... ¿Puede quedarse al final de la clase?- Terminó por decir el pelirrojo. El menor, lo único que hizo fue asentir y exclamar un ligero "Si, profesor".

¿Cómo es que saldrá de esta situacion?

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¡Pequeña actualización sorpresa! Claro, la razón es muy especial... ¡Hoy es mi cumpleaños! Y que mejor que festejarlo, haciendo lo que más me gusta... Escribir para ustedes. Tal vez el capítulo fue corto, pero sentía la necesidad de regalarles un poquito de lo que me hace feliz y que sus lindos votos y comentarios, me den un bonito día. Sin nada más que decir, nos vemos hasta el próximo capítulo. Besitos y abrazos.