Él || Chrisdiel [OS]

• Única parte.

Richard sujeta la mochila en su hombro mientras mira hacia ambos lados del pasillo cerciorándose de que no haya nadie para entrar a la habitación.

Va a prepararle una sorpresa porqué se le va a confesar.

Chris es muy distraído, así que fue bastante fácil quitarle la llave para poder entrar en ella.

Una vez dentro, deja sus cosas en el suelo y comienza a ver cómo va adornar el cuarto, porque quiere que sea algo especial.

Sabe que será arriesgado e incluso la banda podría verse afectada, pero le gusta mucho como para que valga la pena.

Apenas saca los globos escucha como intentan abrir la puerta y, asustado, mete todo de nuevo a su mochila y se esconde en el pequeño armario de la habitación.

Escucha voces y se asoma por los pequeños peldaños que tienen las puertas para ver que sucede.

—Te juro que la tenía guardada junto con el celular— escucha la voz de Chris y puede ver que rebusca en los bolsillos de su pantalón —Lo bueno es que tú también tienes llave—

Afina la vista para ver quien está con él y ve la mata de cabellos rubios notando que es Zabdiel.

—Que bueno que soy tú novio, y no tus llaves— el pelirrojo tapa su boca para evitar jadear de sorpresa cuando ve que toma al castaño por la cintura, acercándolo más hacia él.

—A ti te cuido mucho, porqué no soportaría perderte— escucha que responde y lo siguiente que ve es como ambos chicos comienzan a besarse.

El moreno, estupefacto, comienza a hiperventilar dentro del pequeño cubículo, causando que su respiración se vuelva más ruidosa.

—¿Oíste?— pregunta Zabdiel extrañado al escuchar una respiración extraña.

—¿Qué, amor? — responde Chris.

Richard trata de controlarse, pues tiene miedo de ser descubierto, y aprieta un poco más su mano en su boca. Después de unos minutos ve que Zabdiel solo niega con la cabeza y vuelve a besar a Chris.

Ve como el rubio comienza a caminar con el castaño a la cama y se asusta aún más porqué sabe que va a suceder.

El chico que le gusta va a coger con su novio frente a él.

Quiere vomitar y llorar.

Minutos después solo escucha los fuertes gemidos de Chris y las palabras calientes y obscenas salir de la boca de ambos.

Al menos ahora ya sabe porqué el castaño camina raro a veces.

—Te amo, bebé— Christopher dice gimiendo y Richard se tira al suelo aún en el armario porqué ya se torturo lo suficiente.

—Yo te amo más, Chris— escucha susurrar al rubio agitado y ha sido todo.

Está en un clóset, con el corazón roto y el estómago revuelto.