Cicatriz, amigo o enemigo p.II

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Lex gritó.

Sus ojos se abrieron de golpe y luchó contra los atacantes. ¡Tenían su brazo! El dolor era insoportable ya que la atravesó como un millón de voltios, el hueso suelto rechinando contra el cartílago interior de la cavidad con un ritmo despiadado.

Su pierna se sacudió y sintió una oleada de satisfacción que la recorrió cuando su pie se conectó con una parte del cuerpo, el monstruo emitió un ladrido corto de dolor sorprendido.

¡Las luces eran cegadoras! Ella no podía ver. Solo podía sentir el musculoso exterior de sus captores. Alguien la agarró del hombro, el herido por la reina, y Lex gruñó furiosamente. Su puño chocó con su asaltante desconocido, con la esperanza de repartir tanto dolor como ella estaba recibiendo.

Podía escuchar ladridos y rápidos clics, pero ninguno de ellos se registró. Ella solo sabía que luchar era sobrevivir.

-ooo-

Scar había estado gruñendo ominosamente, alejándose de la sala médica. Sus mandíbulas se apretaron mientras recordaba los pocos momentos antes cuando le habían pedido que se fuera. Aparentemente, no querían que un guerrero demasiado sangriento y demasiado sensible respirara por el cuello mientras intentaban, experimentalmente, descubrir cómo incorporar su tecnología moderna a la fisiología de los Ooman.

Había escuchado el estruendo abrupto y fuerte antes de escuchar los débiles gritos. Se congeló rígido cuando su aguda audición captó algunos de los ladridos de sorpresa.

'' ¿Te

estás volviendo loco? '' ¡¡¡Destrozando el equipo-

-recupera a Yautja aquí !!

Dividido entre sonreír y fruncir el ceño, Scar se dio la vuelta y terminó con un gruñido. ¿Qué demonios estaba pasando? Sus pies pateados golpearon contra el suelo mientras corría de regreso a la puerta, apenas evitando correr directamente hacia ella mientras su exterior de metal dentado se abría en espiral con un '' whoosh '' justo a tiempo.

La escena que lo saludó fue una de caos.

El equipo médico estaba disperso. Unos pocos médicos estaban esparcidos por la habitación, muchos de ellos ensangrentados, miradas de frustración mezcladas con sorpresa grabadas en sus rasgos. En medio de todo, aún parado en la mesa médica, estaba el Ooman. Su rostro estaba retorcido de miedo y furia, sus ojos apenas abiertos con una mirada distante a su alrededor. Acababa de patear a otra Yautja que había estado sosteniendo su brazo dislocado mientras él entraba. Ahora lo estaba acunando, sacudiendo la cabeza mientras esperaba. Pero para qué, Scar no estaba segura.

¿Ooman? Scar hizo clic con incertidumbre. ¿Qué había sucedido en los breves momentos en que se había ido?

Frunciendo el ceño, se volvió para mirarlo. Fue entonces cuando un médico detrás de ella golpeó, saltando hacia adelante para agarrarla por su brazo bueno y su cabello castaño. Tomado por sorpresa, ella gritó de dolor, arqueándose hacia atrás para evitar que el otro ejerciera más presión sobre su agarre.

Scar no estaba seguro de qué lo había superado.

Ella estaba creando un desastre. Ella había herido a varias Yautja. Y ella necesitaba ser detenida.

Pero eso no explicaba por qué Scar de repente se puso tan furiosa.

Gruñendo, dio los tres pasos hacia adelante y tiró al otro Yautja, alejándolo, sujetándole el Ooman con un brazo musculoso en el proceso.Ella todavía estaba sobre la mesa, por lo que sus mechones marrones rozaron sus mandíbulas mientras pateaba infructuosamente en un esfuerzo por liberarse.