Cap.4

18 2 1
                                    

POV DANIELA

Sebastián me había besado, se puede decir que no me gusto pero tampoco me aleje porque como ya saben, me gusta Mario, cuando termino el receso me despedí de Sebastián y me fui hacia el salón, allá estaba me dirigi hacia donde el y me di cuenta de que le estaba sangrando los nudillos de la mano, al notar el mi presciencia rápidamente escondió la mano dándome a mi una mala impresión, así que lo primero que hice fue pedirle permiso al profesor para llevar a Mario a la enfermería y asi poder curarlo y además de eso preguntarle como se había hecho eso.

Íbamos camino a la enfermería gracias a que el profesor había accedido, cuando llegamos lo primero que hice fue regañar a Mario ya que quería saber como se había hecho eso.

Posteriormente el me dijo que no había sido nada solo que se había caído y se había golpeado, lo dijo lo más tranquilo posible por lo que le crei, continué con lo que estaba haciendo, lo estaba curando.

+Agarra esa toalla si gritas póntela en la boca esto dolerá un poco- le decía en tono de orden.

-Esta bien, solo te advierto que no soy un lloron-dijo mientras yo empezaba a aplicarle el agua oxigenada en lo que el lo único que hizo fue colocarse la toalla y gritar súper fuerte.

+Decias?-le dije en un tono divertido.

-Es que me agarraste desprevenido-decia cuando le aplique la segunda vez, a lo que el volvió a hacer lo mismo.

+Te agarré desprevenido verdad?- le decía mientras me reía a carcajadas.

-Terrmina esto de una maldita vez-dijo con un tono un poco enojado.

Al haber terminado de limpiarle aquella herida, le puse una venda para que no se le ensuciar y opte por llevarlo un rato a la cancha, en el lugar donde habíamos estado Sebastián y yo anteriormente, lo llevé para poder platicar un rato con el ya que habíamos pedido la hora de clase libre.

POV MARIO

Habíamos estado platicando un rato hasta que se me salió decirle.

-Oye Dany y a ti ¿te gusta Sebastián?.

+No? Porque lo dices.

-Es que con el siempre has sido más cariñosa de lo normal y pues no me has dicho que te guste un chico- le decía mientras fijaba mi mirada a esos ojos que me traían perdido.

+Pues no te he dicho que me gusta alguien porque no me gusta nadie, y sobre Sebastián sabes que nos conocemos desde pequeños y pues le tengo un gran cariño.

En ese momento maldije porque había soñado el timbre era la hora de la salida y se me regresó a la mente que esta tarde Sebastián saldría con Dany lo que me dejó un poco celoso, Dany se despidió de mi para posteriormente retirarse con Sebastián en el carro de ella.

A mi me habían invitado a una fiesta hoy en la tarde unos amigos por lo tanto me fui a mi casa, pedí un delivery ya que tenía un poco de hambre, el delivery llegó  rápido y pude empezar a comer, había pedido sushi mi comida favorita de aquí de Bogotá.

Eran las 4 de la tarde tenía que irme la casa estaba un poco fuera de la ciudad y tenia que estar ahí antes de las 5 así que agarré mi coche y salí en marcha.

Al cabo de 45 minutos llegué al lugar era una casa un poco grande aunque era obvio que sería así ya que era de Johan mi mejor amigo, y me había invitado a pasar la tarde junto a él y a otros amigos y amigas de el, me serviría para despejarme un poco de lo que había visto hoy temprano.

Entre en aquella mansión y deje mi carro en uno de los estacionamientos libres, salí y me dirigi hacia aquella gran casa viendo a los alrededores, iba tan distraído que no me había percatado que ahí estaba el carro de esa persona, de Daniela. En ese momento maldije todo y me puse a pensar que hubiera sido mejor haberme quedado en casa a ver películas.

Pero ya estaba ahí que podía hacer, entre por aquellas grandes puertas para encontrarme la casa sola, seguidamente una chica como de mi edad se me acercó y me dijo.

-Hola que haces aquí?.

-Hola, este... Johan me invitó a una fiesta y pues aquí estoy, pero no veo a nadie aquí por cierto ¿quién eres?-le dije un tanto confundido.

-Ah, Hola lo siento, mi nombre es Marcela pero me puedes decir Marce y tu?

-Hola mi nombre es Mario Alejandro pero me puedes decir Ale.

-Oooh ok. Entonces vamos?

-Si claro-le respondí mientras Pau me agarraba de la mano y me llevaba casi jalado hacia fuera, le alcance el paso y ya íbamos más tranquilos contándonos chistes claro siempre agarrados de las manos.

Al pasar aquella puerta me di cuenta de que todo estaban allí, había una gran piscina habían varias chicas en bikini metidas en ella y me percaté que también entre ellas estaba Daniela, pero pues no le tomé mucha importancia ya que ella iba con Sebastián y continué mi trayecto hacia la barra en donde se encontraba Johan, iba todavía de la mano con Pau pues no me molestaba ir así. De hecho me sentía más cómodo así.

Perdido en tu Mirada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora