Fugaz destello; edad etérea. Como un ensueño, una quimera. Edad temprana, dicha suprema, ¡qué hermoso tiempo de vida fresca!
El tiempo vuela, no se detecta. Se olvida el mundo y la tristeza. Es que la vida apenas comienza; los años mozos, la primavera.
Rostros alegres, rostros felices, como que nadie inquietar quisiera. Aquí un halago, allí una risa, una mirada de amor serena. Y así se pasa la juventud, dicha sin fin; delicia eterna.