Érase una vez un artista sin nombre. Érase una vez un mundo repleto de rostros sin cara y nombres sin alma.
Érase una vez una carpeta llena de folios, de trazos que plasmaban universos, historias, emociones. Sueños.
Érase un millón de veces.
De huracanes que aparecen de la nada.
Que parecen sonreírte y entonces te destrozan.
Que arrancan una a una las ilusiones, las ilusiones del artista.
Y los folios son pisoteados, arrugados, quemados.
Y el viento se lleva los restos. Que vuelan y ensucian, oscurecen y encarcelan almas.
Y el artista muere, deja sus aspiraciones en el olvido y su carpeta abandonada en la calzada.Y érase una vez distinta, una mente solitaria que se topa de pronto con una carpeta vacía y decide dedicar su vida a encontrar
las piezas que le faltan.—————
Bueno, pues aquí está mi propia carpeta de miedos y sueños, aunque hay más, esos son los que hoy muestro.Te invito a compartir los tuyos, sería muy interesante leerlos. Además, soy de las que piensan que escribir sobre los problemas nos ayuda a afrontarlos y en el caso de los sueños a focalizarnos por alcanzarlos.
¿Qué significa para ti este relato? También me encantaría saberlo.
Sea como sea, gracias por regalarme tu tiempo.
Nos leemos :)
@ssonrisaaRelato escrito el 22/09/2019
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Relatos oníricos
Truyện NgắnRelatos oníricos de sueños sin título. Relatos oníricos de almas sin nombre, caras sin rasgos y palabras sin voces. Relatos oníricos de ideas sin lógica, pájaros sin nido, gritos sin ruido. Dudo que nada de esto tenga sentido. Pero no seré yo qu...