No podía creer lo que acababa de ver, si hijo mi pequeño oso había saltado justo en frente de dos lobos furiosos porque no se había podido contener, sabía atraparíamos a Victoria de una manera u otra pero jamás exponiendo a alguno de mis tesoros.
Ahora solo veía a mi bebe gruñéndole a los lobos, desafiándoles, su mirada solo decía ven por mi te estoy esperando, había olvidado completamente a Victoria, mi Emmett solo quería vengar la afrenta.
Conté hasta mil en velocidad de vampiro y mi hijo seguía ahí solo gruñendo, ya lo sabía Emmett no se movería hasta conseguir lo que quería, si mi hijo no era más que un bebe caprichoso, mis cinco hijos eran tan distintos, pero Emmett era el más tierno de todos, no tardo mucho en ser mi favorito aún que jamás lo confesaría, mis cinco tesoros eran especiales.
Edward era el mayor de mis hijos, no de edad humana curiosamente era el menor, era reservado, su pasión siempre fue la música, y ahora su obsesión es Bella, si yo como padre fácilmente podía ver que el amor que sentía por ella se había vuelto insanamente una obsesión y era por eso que ahora estábamos todos aquí, fue esa obsesión que gatillo la reacción de James o la que lo llevo al borde del suicidio, pero yo como padre entendía los vampiros somos distintos a los humanos, los vampiros somos monógamos y mi hijo paso demasiado tiempo solo esperando que llegara ella y no iba a dejarla ir, solo espero que cuando Bella fuera una más de mis hijas esa obsesión se apague porque ya no tendría que mantenerla a salvo, yo sabía mi hijo la amaba sanamente pero le obsesionaba el hecho de poder perderla.
Rosalie, mi dulce Rosalie en las condiciones que había encontrando a mi hija, nunca había sentido tanta maldad tanto ensañamiento contra otra persona, mi pequeña era tan frágil aunque ya habían pasado más de cien años aún puedo recordar exactamente como la encontré, ese momento fue el peor que he vivido como padre, un padre jamás debe tener que ser testigo del daño a sus hijo, por eso Rosalie es la luz de mis ojos, por eso mi bella niña podía ser la más caprichosa, porque a pesar de todo yo sabía que era a la que más daño le había hecho, no pude soportar la idea de dejarla morir y mi Rosalie no puede soportar la idea de no poder morir, ella quería morir en ese instante, no por lo que le hicieron ella, tomo justicia en mano propia, de acuerdo o no fue justicia no venganza, no hay crueldad en el mundo que se compare a la vileza de lo que esos bastardos le hicieron a mi princesa, pero ella quiere una viva, una vida con Emmett, ella a diferencia del resto no quiere la juventud eterna, ella siendo la más bella quiere arrugas en su piel, quiere tener el pelo cano, quiere a Emmett a su lado y estar rodeada de sus hijos y nietos, yo no solo le quite la muerte, yo le quite la vida.
Emmett, mi Emmett cuando me lo trajo Rosalie no dude ni un segundo, se que había prometido no volver a hacerlo, no después del daño a Rosalie y ahora era ella quien me traía otro hijo, si era mi hijo e hice lo que cualquier padre haría, ir contra mí mismo para proteger a sus hijos, la promesa quedo atrás y salve a mi pequeño, si sabía que era irónico físicamente era un hombre y hasta más grande que yo, el primer abrazo de mi oso casi me rompe un par de costillas mi neófito aún no controlaba su fuerza y torpemente se disculpo, pero lo hacia una y otra vez le gustaba sentir los abrazos, pero más que eso se desvivía y desvive para demostrarnos su amor, cuando por fin pudo controlar su fuerza y su sed de sangre se desapareció Rosalie desesperada me llamo y salí en busca de mi oso, cuál fue su sorpresa cuando encontré al único de mis hijos que jamás se quejo por ser vampiro al contrario me sonreía gratamente escondido en un rincón y con sus mejillas cubiertas de lagrimas, estaba tan concentrado que no se percato cuando me se senté a su lado pude ver a una familia y me di cuenta de inmediato que era su familia se veían tan tristes pero aun así no dejaban de consolarse unos a otros, en ese momento me sintió, y me dijo "y no puedo hacer nada para aplacar su dolor papá" el primero de mis hijos que me decía papá mientras veía a su propio padre abrazar a su madre quien aún meses después de su desaparición seguía llorando la muerte de su hijo, solo pude abrazarlo y le dije "un día tu recuerdo ya no va a doler y podrán pensar en ti con una sonrisa en el rostro... vamos a casa hijo" dije limpiándole su rostro.
YOU ARE READING
Chicos Cullen
FanfictionCarlisle tiene diversas conversaciones con sus traviesos hijos. Aviso: Castigo Corporal, nalgadas, azotes, spanking, si no es lo suyo no lea.