Ellos dicen odiarse con el alma, eso demuestran a todo el mundo, sabiendo que no se engañan ni a si mismos, más sin embargo, el hilo rojo ya está unido, y no hay nada que puedan hacer contra su destino.
¿Podrán seguir negándolo después de ese beso...
Milk Beaker, era una niña de 10 años con muy buen corazón, amaba a su familia y su familia la amaba a ella. Hasta que todo cambio. Y su vida, se volvió una pesadilla.
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Una noche de invierno, sus padres salieron a un viaje de negocios en donde tras un terrible accidente perdieron la vida. Desde ahí, todo fue de Mal en peor para ambos hermanos.
Flash-back...
-Adios mami–Se restrego sus ojos la pequeña niña conteniendo las lágrimas, era la primera vez que ella salían sin ellos, pero ese era un viaje muy largo al cual no los podían llevar. Ambos padres depositaron un beso en la cabeza de la niña y le sonrieron.
-Volveremos pronto–Abrazo a su pequeño hijo la mayor– Háganle caso al señor Wiss por favor.
-Si mamá–Dijeron al unísono.
-Vegeta–Llamo él mayor– quiero que cuides bien de tu hermana, ok? Cómo hermano mayor estás a cargo.
-Si papá–El mayor acarició la cabeza de su pequeño hombrecito.
-Bien. cariño, es hora de irnos.
-Si. Los queremos mis amores.
-Y nosotros a ustedes–Alzaron ambos las manitas en forma de despedida.
-Entren a la casa niños.
-Hump–Corrieron a dentro. El pequeño Vegeta jalando de la mano a su hermana.
-No se preocupen señores. Yo cuídare de ellos.
-Gracias amigo.
....
-Señor Wiss. ¿Que sucede? A ocurrido algo acaso?–Se acerco a la sala el pequeño peliflama.
-Sube a tu habitación Vegeta.
-No hasta que me diga porque estos policías están en la casa. Es por mis padres no es así?
-Bueno... Creo que ya estas suficientemente grande para decirte las cosas–Se inco a la altura del pelinegro. Coloco una mano en su hombro– Tus padres... Ellos, sufrieron un accidente y fallecieron.
