Una psicóloga con sus propios problemas.

Prólogo

Me encontraba sentada esperando que pase el siguiente paciente,era poco lo que se sabia de él, sí, este era un hombre, mayormente venían mujeres a mi consultorio, sabia muy poco de él porque según "la rubia", una amiga mia, que trabajaba conmigo, había sido lo único que había soltado, solo su apellido y se fue diciendo tambien que regresaba el viernes.

Quien se creía para dictar ordenes?. Esta bien, yo era psicóloga, tenia que escuchar a los demás, ayudarles a resolver sus problemas. Pero no podía venir, soltar poca información e irse como si nada hubiera pasado aqui. Él vino por ayuda, "psicológica" pero al fin y al cabo ayuda. No?

Según ella parecía muy apurado,ah, me olvidaba, dejo una gran cantidad de dinero como para sesiones durante todo un año, y no es que sean muy baratas que digamos, al principio creí que no vendría, que era un loco que había dejado dinero falso para hacernos un tipo de broma, sí, ya nos había pasado,eran uno de esos imbeciles que se burlaban de la psicología que jamas ayudaríamos en nada según ellos o peor aun que había robado un banco y había dejado el dinero que no cabía en sus bolsillos, pero pensándolo bien, quien en su sano juicio roba un banco solo para llenar sus bolsillos? Sé que suena estúpido, pero quien viene y deja esa cantidad de dinero diciendo solo su apellido e irse, sinceramente debía estar loco.

Rayos y si venia?¡esto me iva a costar! No es que no haya tratado ya con personas bien problemáticas, pero no quiero acabar recordando mis propios problemas.

Me acerque al pequeño escritorio de Mary a observar el nombre de aquel paciente, quien por cierto ya se estaba tardando demasiado, comencé a rebuscar en unos papeles ya que la rubia había ido por unos cafés hasta que lo encontré.

¿Quien seria aquel famoso Donovan? ¿Por que habría dejado solo su apellido y se habría ido?