Privación e irrelevancia Wos X RepliK

Genuino

Todavía estando borracho, lo primero que se le vino a la mente a Valentín antes y después de besar a Damián fue el arrepentimiento, fue Manuel. Su sonrisa, sus ojos, su cuerpo, su todo. No pudo, Valentín apartó a Damián y le contó lo que le pasaba. Estaba enamorado de Manuel. Damián en parte estaba mal, a lo que le preguntó qué tenía Manuel que tanto lo enamoró, que él no tenga. Valentín le contestó rompiendo la tensión: "-me enamoré de Manuel porque si me hubiese enamorado de vos yo tendría que ser el pasivo-".

Damián y Valentín rieron, se abrazaron como en forma de despedida y con un beso en la mejilla, Valentín susurro a su oido "-Manuel no me dejó ir, sé que lo que siente por mí es puro y genuino. Vos sí me dejaste, y eso me dolió. Me dolió y mucho...-" después de haber dicho eso, se fue caminando medio tambaleando.

A la mañana siguiente Valentín seguía pensando en lo que hizo. Mientras miraba el techo enredado entre las sábanas, trataba de no pensar en eso, no quería pensar en el pasado.

Valentín se levantó de la cama por haber escuchado el timbre. Cuando abrió la puerta, era Manuel, había vuelto. Los dos miraron al rededor y como no había nadie se besaron.

Manuel: ¡hola! Te extrañé muchoo- dijo en voz baja- ¿qué hiciste? ¿saliste? o ¿te quedaste en casa?

Valentín lo miró, y lo besó sin que pudiera decir otra palabra. ¿cómo te fue, amor? Salí con Dam, hacía mucho no nos veíamos, viste.

La habitación se quedó silenciosa. claramente Manuel sabía los rumores de que ellos dos tuvieron algo, no era un secreto para él, Valetín alguna vez se lo había contado en la confianza del momento, medio fumado, medio tomado.
Manuel: sí, me acuerdo. Una vez fumado me contaste que estaban en algo, bah, al menos me detallaste cómo te garchaba, algo mínimo, ¿no te acordás?
Valetín quedó helado, "¿posta le conté eso? qué pajero lcdll"
Valentín: Te juro que no era mi intención que alguien lo sepa, nosotros éramos medio cercanos y a parte yo no sentía nada por vos en ese momento.
Manuel: y qué, ¿acaso nunca te preguntaste si a mí me pasaban cosas con vos en aquel entonces? porque sí me pasaban, viéndote salir de tu casa da vez que pasaba por acá con Damián, para cojer o lo que sea que te hiciera. Me dolia, te pensaba en cada momento, al lado mío. La más mínima interacción significaba un paso más para pasar mis días al lado tuyo por tan poco duradero sea el momento. Este amor al menos por mi parte, no nació de un día para el otro, soñé con vos, me imaginé a tu lado haciéndote feliz, ilusionado cuando nos confesamos nuestro amor. Todo eso se había cumplido y ahora venís y me decís que mientras yo no estaba estuviste con él.
Las lágrimas caían sobre las mejillas de Manuel, mientras por otra parte la culpa atacaba a Valentín, le dolía, él no lo sabía, ¿tanto se puede amar alguien sin conocerlo?
Valentín: no te lo contaba para hacerte sentir mal, yo no era cercano a vos y sé que te lastimé, aunque sin saberlo, igualmente me duele por lo que ahora sentimos ambos. Te lo contaba porque ahora te amo, me enseñaste a amarte. Me emborraché e hice algo que no debía. Lo primero que recordé fuiste vos, me hacés feliz y no puedo negarlo. Te amo, Manuel. La frialdad muy pocas personas pueden convertirla en amor, en besos, caricias, sinceridad y todo lo que conlleva amar a una persona más a allá de todo.
Manuel estiró sus brazos por su cuello dando un pequeño salto, sus piernas se enroscaban como una enredadera a las caderas de Valentín. Lo que no pudo decirle con palabras, se lo transmitió con sus besos.