Deltarune y todos sus personajes son propiedad de Toby Fox.
Si no has jugado el juego ¿Qué estás esperando amig@? Te lo estás perdiendo.
Historia basada en el final donde Lancer toma el trono del mundo obscuro.
___________________________________Frunció el ceño cuando divisó a las dos figuras interactuar felizmente. La figura más pequeña era cargada sobre los hombros de la más alta mientras sorteaba algunos troncos caídos, tocones, rocas o agujeros con la ayuda de saltos, giros o piruetas salvajes. Ambos con una sonrisa que amenazaba con romperles la cara por la mitad. La risa burda del pequeño rey y las pisadas pesadas de la heroína purpura inundaron el bosque sustituyendo la calma por el estruendo característico de ambos.
Ugh...que desagradable y molesto. Rouxls solo quería recalibrar los puzzles del bosque en paz pero como ya era costumbre, príncipe o rey, Lancer siempre se le unía como gusano a la tierra. En tiempos pasados había refunfuñando en silencio, maldiciendo internamente por tener que soportar el imperativo e insoportable comportamiento de su joven señor sin mostrar signo de negativa o reproche si no quería una linda, húmeda y sucia celda en el calabozo del castillo con su nombre, en lugar de la elegante habitación en el quinto piso. Había sido así por mucho tiempo, sin embargo, las cosas ahora eran diferentes; con la profecía cumplida, la llegada de los seres de luz, el derrocamiento del rey de picas y la subida al trono de Lancer. Muchos cambios significativos en tan poco tiempo.
Tras la coronación del joven pica el reino ha ido recobrando lentamente la paz de los años de antaño, a un paso muy lento, pero al menos ya nadie teme ser encerrado o asesinado por cualquier tontería. Hubo aquellos que pensaron que un niño como rey era una completa locura, que el hijo raro del rey no iba a estar a la altura de dicha responsabilidad, incluso hubo pequeñas manifestaciones que exigían a un mejor prospecto pero dichos seres de obscuridad no llegaron tan lejos siendo silenciados de inmediato por el propio Rouxls a espaldas de Lancer. No era necesaria una guerra por el trono cuando el linaje de la familia real aún persistía y el joven rey no tenía por qué enterarse sobre dichos grupos rebeldes.
Sin embargo, aquellos súbditos revoltosos tenían un poco de razón. El hijo del rey era un niño, un rey al cual su trono le queda gigante, un rey al cual le gusta comer dulces, andar en bicicleta y meterse en problemas. Ciertamente una receta para el fracaso.
Sí por él hubiera sido se habría alejado para dedicarse a su trabajo como Duque y lavarse las manos a la espera del caos pero para su desgracia no fue así. Su propia alma y sentimientos intervinieron un sus acciones, negándole rotundamente el abandonar al pobre chico.
Recuerda el haber gemido, maldecido y gritado internamente cuando acepto la propuesta de Lancer para ser el nuevo consejero real, recordando a la vez la mirada esperanzada que el chico le dió y aunque los ojos del niño estuvieran cubiertos por la sombra de su capucha podía ver el miedo en ellos. Miedo a ser rechazado por el único ser que le mostró cariño sincero. Aunque esa afirmación siempre era negada por la mente de Rouxls y reafirmada por el alma de mierda que posee.
Desde entonces las responsabilidades de Rouxls fueron en aumento. La mayor parte del tiempo la pasaba con Lancer en tratar de poner orden en el reino de forma pacífica. Fue necesario reescribir algunas leyes las cuales en su mayoría las hizo él mientras que Lancer solo había propuesto una que no tuviera que ver con el pago de impuestos con caramelos. La ley que declaraba a los seres de luz como enemigos fue comida, literalmente, Lancer había rasgado el pergamino en el cual estaba escrita y la arrojó a su boca masticando ruidosamente el papel y tragando con aire triunfal.
Con esa ley digerida y desechada los seres de luz no tuvieron problemas cuando decidieron regresar. Lancer había saltado de alegría al verlos, corriendo lo más rápido que sus cortas piernas rechonchas pudieron y brincando sobre la chica púrpura en un fuerte abrazo "malvado" de bienvenida. El chico azul y el príncipe sin súbditos esperaron pacientemente hasta que los dos amigos terminaron de darse la bienvenida para así tomar su turno para saludar y ponerse al tanto.
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Lesser dad
FanfictionUn momento de confort entre Lancer y Rouxls. El Duque no permitirá una negligencia más para con el pequeño rey.