Destinado

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"Joven Richard" -Un sorprendido Alfred elevó ambas cejas al verle y le dejó pasar enseguida-. "Que sorpresa tenerlo por aquí, ¿Qué tal las cosas en la ciudad vecina?"

"Bien, Alf, gracias" -Sin muchos ánimos el omega mencionó con la cabeza gacha, y suspiró profundo armándose de valor mientras tragaba saliva y trataba de guardar las feromonas para no delatarse-. "¿Dónde está?"

"En la cueva" -El beta habló sin mostrar expresión alguna, aunque sabiendo que los problemas iniciarían dentro de la mansión gracias a eso. Dick asintió, y dejando su maleta en el piso se encaminó a esta-.

Bruce había sentido aquel aroma desde que el omega entró a la casa, un ligero calor se sintió llenándo su pecho, y aunque fingió no inmutarse, se sintió inquieto. Lo había extrañado.

El alfa se puso de pie al escuchar el carraspeo del contrario, respiró profundo quitándo su máscara y mirándo al omega con aquel irremovible semblante serio.

"Por favor Bruce, no te cases con ella, los dos sabemos que no la amas" -Dick habló sintiéndo romperse después de cada palabra que salía de su boca, con los ojos cristalizados y vomitando aquel orgullo que lo había detenido tiempo atrás-. "Al menos no cómo me amas a mi"

Bruce suspiró en respuesta.

Todo empezó años antes, una oscura noche en Gótica después de un frío asesinato. Bruce había conseguido papeles y la manera de de arreglar todo rápidamente para cobijar al joven.

Un omega adolescente que vio morir a sus padres frente a sus ojos.

"Aquí será tu nuevo hogar" -El alfa sostenía la pequeña maleta con casi nada de ropa mientras le abría la puerta al joven omega que había perdido a sus padres poco tiempo atrás-.

Un ligero asentimiento del menor mientras entraba con la cabeza gacha fue su respuesta.

Alfred, el beta mayordomo miró con un ligero suspiro al recién llegado, y fue él el que después de presentarse, acompañó al menor a su habitaciónn cargando su maleta.

Clark, su amigo alfa le veía desde la cocina, y Bruce tensó ligeramente la mandíbula acercándose a él.

"No me interesa escuchar tus comentarios"

"No dije nada" -El kriptoniano habló con una ligera sonrisa viendo al mayor y sonriendo leve-. "Pero para ser un adolescente, es muy lindo, será un adulto precioso"

"Deberías de guardar esos comentarios en tu cabeza" -Una ligera risa brotó de la boca del súper hombre, que después de un suspiro asintió-.

"Debo irme, Diana debe estar esperándome para cenar, si necesitas cualquier otra cosa puedes llamarme"

"Saludas a Diana por mi" -Superman asintió, y salió volando después de eso, desapareciéndo en segundos-.

Así que Bruce comenzó a subir las escaleras en dirección a la habitación del menor. Encontrándose a Alfred en el umbral de su puerta, y al menor rescostado sobre su cama.

"¿Necesitas algo, Richard?" -El menor negó, veía un punto fijo en la pared y suspiraba intentando no tirarse a llorar-.

"Me retiro, si necesitan algo, estaré en la biblioteca" -El alfa asintió viendo partir al beta, y entrando a la habitación después, se sentó del otro lado de la cama mirándo la lluvia caer por la ventana y después miró al joven omega-.

"Mis padres fueron asesinados junto a mi cuando tenía ocho años" -Esta vez el menor giró su cuerpo despacio, miró al alfa a los ojos y este se recostó junto a él mirándo los delicados y finos rasgos que el adolescente contaba gracias a su casta-. "Desde ahí nada volvió a ser lo mismo, pero gracias a Alfred es que soy lo que soy, y espero que puedas verme como un compañero, no necesariamente como mi hijo, yo no quiero remplazar a tus padres, jamás lo haría" -El omega seguía en silencio admirando el perfil del alfa con atención-. "Pero quiero que sepas que mientras yo esté vivo, nadie jamás te hará daño"

Destinado (BRUDICK) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora