Solo tú. {Larry Stylinson // One shot}

Primera y unica parte.

Era un día soleado en Doncaster. Desperté gracias a mi madre, quien me gritaba desde la cocina que bajara a desayunar. Con pereza, me levanté, estiré mis huesos y sali en pijama hacia la cocina. Mi hermana, Gemma, estaba ya terminando su tazón de cereales, para despues coger su bolso y marcharse a trabajar a una tienda de ropa. Era un trabajo temporal, solo para pagarse los estudios, o al menos intentarlo y que mamá no lo pague todo.

Me senté en la silla al lado de Gemma y mi madre me sirvió unas tostadas con aguacate y un jugo de naranja. Al ver las tostadas me acordé de Louis, el odia el aguacate. Sonreí involuntariamente al pensar en él, pero la borré de inmediato al notar como mi madre, Anne, se sentaba a mi lado con un café y tostadas.

Empecé a comer, sin prisa pero tampoco muy despacio, tenía toda la mañana. Mi hermana se levantó,  dejó su tazón de cereales en el lavavajillas y se despidió de nosotros con un beso rapido en la mejilla y llevandose todo el salón por delante. Mi madre y yo reímos al verla. Siempre era lo mismo, siempre se iba apurada al trabajo. No hay forma de que cambie.

Seguí comiendo mientras veíamos las noticias. Hoy iba a hacer buen tiempo. Genial. Iba a salir con Louis a tomar algo a un bar cerca de casa. La verdad, tenía muchas ganas. Siempre me ha encantado salir con el. Es una persona increible, siempre tan alegre y honesto. Tiene un gran corazón. Jamás pensé que llegaría a tener la amistad que tenemos a día de hoy, pero era de esperar que con esos encantos caería en su trampa. Sus ojos parecen un mar el cual quisiera navegar todo el día. Estaba enamorado de él,  sí,  pero bajo ningún concepto debería enterarse. Rompería nuestra amistad, y no iba a permitirlo.

Cogi el vaso de jugo ya vacío y el plato donde hace unos minutos estaban mis tostadas y lo lleve al lavavajillas. Besé la cabeza de mi madre y la informé de que iría a tomar una ducha, y que por favor no abra los grifos porque siempre lo hace. Me dedicó una sonrisa y fui al baño de mi cuarto. Abrí el grifo de la ducha y antes de entrar miré que hora era en mi movil.

- Las 11:34h - pensé en voz baja.

Habia quedado con Louis a las 14:00h, justo despues de comer, para tomar un café y charlar. Solíamos hacerlo desde que ibamos al instituto, y a pesar de que ahora yo tengo 25 años y el 28, seguimos manteniendo esa costumbre que espero que jamás rompamos.

Me desice de mi ropa y la deje en el suelo tirada, ya la recogería. Me metí en la ducha y seguí pensando en esta tarde. Contaba las horas para verlo. Sus ojos azules, sus arrugas bajo sus ojos al sonreir, sus brazos llenos de tatuajes, cada misero rincón de su ser me parecía increíblemente perfecto.  Ante mis ojos siempre sería así; perfecto.

Siempre pensé en decirle la verdad, en decirle que le amaba con cada rincón de mi alma, que si quería le podía poner todo a sus pies, dejar todo a un lado solo por tener una vida junto a esos ojos azules y esos labios rosados que tantos años he deseado besar. Pero no, no lo iba a hacer por dos motivos:

1- No tengo el valor de expresarle lo que siento. Nunca se me ha dado bien eso.
2- Arruinaría nuestra amistad de años y eso jamás lo permitiría.

Supongo que me toca guardarmelo en la mente hasta el resto de mi vida. Prefería eso, a que tuviera que decirle todo y acabara con nuestro contacto.

Salí de la ducha y me envolví con una toalla la cintura. Mire la hora otra vez; las 13:03. Siempre que me quedo pensando en la ducha salgo media hora después.

Niego con la cabeza y me dirijo a mi habitación. Empiezo a secarme con la toalla mientras miro por la ventana la casa de Louis. Mi ventana da justo a su cuarto. Un cuarto azul decorado con posters y discos de sus cantantes y grupos favoritos. Huele a su colonia de Calvin Klein que siempre le regalo por su cumpleaños porque siempre se le acaba a los 3 meses. Me encanta regalarsela porque cada vez que salimos, se la echa y su olor se mete por mi nariz haciendome tener innumerables sentimientos en todo mi cuerpo. Es increíble.