Primeras paginas

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—Rajale el cuello y matalo. ¡No es tan difícil joder!

El niño de apenas 5 años sollozaba con un cuchillo en la mano mirando al que había sido su amigo toda su vida. Mientras el hombre pisaba la cola del perro para que este no se pudiera mover.

—No....— Solloza y se pasa las manos por la cama quitándose las lágrimas que le caían hasta el cuello de la camisa — Es Tambu... Le quiero....—

—Es un puto perro, una mierda de animal, no vale nada, no se le ha de coger cariño— Propinó una fuerte patada al perro que lo dejó tirado en el suelo sin poder levantarse, El niño impotente no podía dejar de llorar.

—Papa!! Déjale ya! Es mi amigo— No vio llegar el empujón ni tampoco como este le arrebató el cuchillo y se acercó al perro levantandolo por el pescuezo.

—El amor es un sentimiento, y los sentimientos solo son mierda que nos apartan de nuestros logros...de nuestras metas en la vida. No Quieras, no te ilusiones, Solo siente ira. Ella será tu única compañera.— Tras acabar de pronunciar estas últimas palabras el cuchillo atravesó el cuello del perro degollandolo en fracciones de segundo. —Eres y serás un inútil, igual que lo fue tu madre ....

—¡Tu no eres ni la mitad de persona de lo que fue madre!




André se giró mirando al muchacho que parecía haberse levantado de un sueño poco gratificante.

—Damián, Es un sueño, solo eso.... No le des mas de la importancia de la que realmente merezca.—

El joven apartó su oscuro pelo de los ojos para poder ver a su maestro directamente aun confundido se sentó en el banco de piedra y de apoyo en la vieja mesa donde solía estudiar todo aquello que la universidad no le podía enseñar.
—Si encendieras alguna vela más seguro que no me dormiría...Porque lo de instalar luz... y eso en este sótano como que no, no?— No era la primera vez que le pasaba, recordar traumas del pasado o algún momento desagradable. Aunque sin duda alguno su subconsciente tenía predilección por aquel momento. Así que, simplemente quería cambiar de tema y que André le regañara un poco. Por dormirse cuando no le tocaba.

El pasado, pasado está, a veces aparece y nos recuerda quienes somos y de donde venimos... pero no le des mas al tarro, quieres?.— El anciano coloco una taza vieja de barro agrietado en la mesa, que parecía tener tantos o más años como la habitación en sí. Bebe un poco de té, te templará el cuerpo y te encontrarás mejor. Es tarde y deberías ir a casa, ya sabes que la noche en esta ciudad no es precisamente un paseo por el mercado— El hombre se rió mirando la cara de sueño que aún tenía Damian. —Tienes un papel con todo lo que tienes que hacer...Lo quiero terminado y correcto dentro de los parámetros del contrato. Sin rechistar ni quejas.— Intentó meter la mano en la mochila para ver el contacto, pero este no le dejó. —Lo lees en casa, que así luego no vienes a replicar.— Tardó poco en terminarse el té, y en ponerse la chaqueta tejana que colgaba de aquel candelabro de pie que parecía de la edad media. — Gracias por el té, estaba delicioso André, Nos veremos la próxima semana y estará todo....CORRECTO. — Empezó a subir las escaleras de caracol que entraban desde la pared y llevan a la salida de la catedral.— Eso espero joven cuervo...eso espero... Que Silet te guíe— Vio como André cerraba la puerta de metal y se quedaba solo en aquel enorme templo dedicado a la Matrona de Aventis. — Para él, no era agradable pasar demasiado tiempo ahí, había muchísima gente enterrada en el suelo de aquella catedral. Nobles, Condes y toda la gente adinerada que en su momento, años atrás colaboró en la construcción del edificio. Así que cada paso que dabas era encima de alguien que estaba en su descanso más eterno. Se quedó mirando la iglesia en silencio, pocas veces en esa ciudad se podía apreciar tal cosa , quizás era el lugar y el momento exacto para que tal cosa pudiera suceder. A penas se podía distinguir ninguna estatua de los santos que estaban en la catedral. Una mano se posó en el hombro del joven que intentó responder rápido pero fue parado por una voz seca y tajante.

Quieto. La voz de André sonaba desde su espalda.

El joven suspiro —Disculpa... me has asustado.— El viejo movía la cabeza con un gesto de decepción llevando entre sus manos la mochila del muchacho.

No te veo que te impliques al cien por cien en tus tareas... eres despistado y esto te puede costar muy caro... implicate es un tema serio. Este agarro la mochila en silencio y colocandola en la espalda con un ligero quejido pues pesaba bastante.

Gracias André.

Tras acabar esa breve respuesta se giró y empezó a caminar por aquella enorme plaza hasta adentrarse en las oscuras calles

Hacía un par de horas que la media noche había pasado, y siendo un miércoles pues por esas calles no había ni un alma. Para Damián eso era lo mejor , no tener que lidiar con nadie que le mirase o intentara preguntar alguna cosa. No era una persona de relacionarse , para él era mucho más sencillo encerrarse en su casa sin tener que atender a nada, tumbarse en su cama y pasarse las horas mirando al techo o si había tenido la oportunidad de tomar algún libro de la biblioteca , pues se pasaba horas hasta poder terminarlo y seguir mirando al techo sin hacer absolutamente nada.

Llegó a aquel cuchitril al que él llamaba casa, un trastero ligeramente habilitado para ser "habitable" Apenas una veintena de metros. Lanzó la mochila encima de la cama y se fue hacia la cocina a prepararse algo que poder llevarse a la boca antes de irse a dormir. Fue buscando apenas sin ver por la luz tan tenue que alumbraba el departamento hasta toparse con algo de pan de molde y embutido. Satisfecho con ello lo agarro con una mano y se sentó en la cama a mirar con algo de asco la mochila.

— Vamos a ver la mierda que me han encargado.—

Nada más abrirla pudo ver la carta con el sello del cuervo de André en el centro, la cera aun parecía tibia. Sin mucho reparo la abrió y se dispuso a leerla.

— A la Atención de Damian Solberg,

Desde el inicio de la quinta era, los caminantes de la noche llevamos buscando todas aquellas reliquias que nos puedan ayudar en nuestro cometido para que la diosa Silet, sea reconocida como la Diosa Verdadera. Ya van varios ciclos en los que soldados como tú, han cometido grandes logros. Y cada vez hemos podido acercarnos más a nuestro objetivo. Te brindamos una gran oportunidad que te dará la importancia que realmente alguien con tu apellido merece. Días atrás fuimos informados de que los Eruditos de las máquinas tienen en su poder un libro de nuestro culto. Un libro que podría sernos de gran ayuda y por eso tiene que ser devuelto a nuestras manos. Confiamos en ti Joven Damian, para que esta tarea sea cumplida. Te brindamos la hoja de la noche, el sello que identifica a los cuervos neófitos. Tendrás que buscar la manera adecuada de poder llegar al distrito del acero y poder localizar el tomo. Lo único que sabemos es que está ahí. Que la diosa verdadera esté contigo y vuele a tu lado.— 

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⏰ Last updated: Aug 20, 2019 ⏰

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Nacido CuervoWhere stories live. Discover now