Besa a su Alfa con pasión, muerde su labio inferior levemente y luego lame la superficie de su boca suavemente.
Es así como le gusta a Joel y Riki lo sabe perfectamente porque lo conoce.
Cuando el rizado se apoya en el borde de la cama, Riki lo empuja para subirse sobre él y ríe cuando Joel comienza a hacerle cosquillas.
Eso claramente significa que el rizado no quiere acostarse con él esta noche, suena bien de todos modos porque a Riki no solo le importan esos momentos con el Alfa.
Riki ama a Joel más que a nada y adora cada instante que pasan juntos, incluso los momentos en que ninguno de los dos dice nada.
Se recuesta al lado del rizado en la cama y suspira viendo su perfil.
Su Alfa debe ser el más hermoso del mundo entero.
Es su Alfa aunque la luna no haya creado un lazo entre ellos.
Riki es un Beta que eligió a Joel como su Alfa porque tiene la esperanza de que este no tenga un lazo al igual que él y está casi seguro que es así. Han pasado 4 años desde que tuvo su primer celo y no ha sentido hasta ahora el aroma de ningún Omega.
Hoy parece haber más estrellas de las que habitualmente hay en el cielo y está seguro que es una señal.
Debe pedirle a Joel finalmente esta noche que lo marque.
Siente una presión en su pecho cuando voltea a verlo otra vez.
El rizado no tiene su sonrisa habitual, al contrario parece preocupado, pensativo y triste.
—¿Pasa algo? —pregunta con un nudo en la garganta porque presiente algo.
Joel niega ligeramente con la cabeza y gira su cuerpo posicionándose de costado para estar más cerca de Riki. Lo abraza fuerte, muy fuerte y esa es una clara señal. Algo anda mal.
—Estaba pensando... —comienza a hablar porque sabe que esta es su oportunidad antes de que toda su vida y su añorado futuro se joda —¿Por qué no me marcas?
Joel se hiela, él lo puede sentir —...no tiene que ser ahora —añade para que el ambiente no se vuelva tenso.
—No... —suelta en casi una suplica, mientras sus ojos se cristalizan.
—Entonce deberíamos coger —responde estúpidamente porque en los últimos años es así como ambos arreglan sus problemas.
Riki se levanta de la cama y comienza a quitarse la camiseta que lleva puesta pero la mano de Joel lo detiene cuando está apunto de sacarla por completo.
—Basta —murmura desanimado —no hagas esto más difícil...
—¿Difícil qué?
—Riki... —su mirada pidiéndole perdón anticipadamente lo único que consigue es que le duela más, mucho más —¿Recuerdas que esto era una simple aventura...? —Riki retrocede dos pasos —no fue mi intención —murmura al ver la manera en que está empezando a romperse.
—Te amo —pronuncia seguro —¿Sigue significando una aventura?
—No trato de ser insensible —aclara —y no creas que no significas nada para mí... pero igual necesito sentir amor.
—Entonces no me amas...
—Lo hago, Riki, de manera distinta y no suelo decírtelo como tú lo haces.
—Es cierto, prefiero decírtelo... —su voz se corta —asi que no me digas que no.
—Tengo que hacerlo, porque... encontré a mi Omega...
Riki siente su mundo derrumbarse, en un solo segundo, con unas simples palabras.
—Lo siento —se atreve a pronunciar Joel después de un momento de silencio.
—¿Qué va a suceder con nosotros?
—No había un "nosotros" como tal, sabias que esto empezó porque ambos necesitábamos a alguien para pasar nuestros celos.
Ríe con notoria tristeza —Sé que estoy algo emocional y está claro que no, que esto no es real.
—Es mi culpa, yo sentía que tú estabas empezando a confundirte y no te detuve.
—¡Callate! —grita ya cansado de la situación y de todas las excusas del Alfa —Te odio... —murmura entre dientes antes de llorar.
—Por esto debemos terminar con esto.
Esa palabra, "terminar", es lo que deja de un lado su dignidad.
El solo pensar en Joel lejos de él le hace temblar.
¿Acaso existe un universo tan cruel donde Riki no esté en la vida de Joel?
—No es mi intención perder el control —se escusa acercándose cautelosamente al rizado.
—No es por ti, Riki. Ya encontré a mi Omega y ambos prometimos parar esto cuando encontráramos nuestro lazo.
—Ni siquiera lo conoces.
—Tiene ojos verdes —el Beta alza la mirada dolido —lo vi una vez, su madre lo acompañó hasta mi casa para buscarme.
—¿Te gustó?
—Es mi Omega.
—¿Lo quieres? —es masoquista que haga esa pregunta porque sabe la respuesta, pero tiene una absurda esperanza.
—Lo amo.
La noche parecía cálida ahora sin embargo congela hasta la médula de los huesos.
—Siempre fui miserable, mi vida entera lo es —habla Riki —pero si estas a mi lado no siento dolor.
—Ya no sigas... no tiene caso porque de todos modos me iré.
—¿Te vas?
—Su papá está enfermo y quiere que nos casemos pronto para hacernos cargo de su manada.
—Quédate...
El Alfa niega con su cabeza bajando la mirada —No.
—Quédate —vuelve a pedir.
—Deberíamos despedirnos ya.
—¡No quiero!
—Me iré aún si no te despides de mí.
—¿Por qué no pudimos tener un lazo tú y yo? —cuestiona casi en un sollozo —¿por qué me dejarás? ¿por qué siento dolor?
—Ven y abrázame... —suelta el Alfa ya desarmado y el Beta no duda en lanzarse a sus brazos. Ambos lloran silenciosamente en el hombro del otro.
Estaban acostumbrados a ese calor.
Cuando se separan Joel no duda en voltear y caminar hacia la puerta pero la voz de Riki lo detiene —No te vayas aún... Dime, ¿cómo se llama?
—Erick —pronuncia en un suspiro y aunque no lo ve puede sentir su sonrisa al decir su nombre.
—Odio a Erick.
—No lo hagas —dice acercándose de nuevo y sujeta su rostro —Él no es culpable de ser mi Omega.
—¿Y qué hay de mí? Te amo y sin embargo no puedo tenerte.
—Esto no es amor, Riki. Aunque ahora no lo creas lo confirmarás cuando sientas el amor realmente y yo solo seré un recuerdo.
El Beta no dice nada más porque dentro de él lo sabe. Joel siempre fue alguien a quien aferrarse para no estar solo.
Se queda estático mientras el Alfa sale de la habitación rumbo a su nueva vida con su Omega.
—Aunque esto no es amor lo sé —sonrie mientras las lágrimas siguen deslizándose por sus mejillas —cariño quédate... —murmura aunque sabe que ya no hay nadie.
ESTÁS LEYENDO
Cariño, quedate > Rikel > OS
Short StoryEsto no es amor lo sé... No se permiten copias, adaptaciones ni homofobicos.