El profesor y la niñera: cuando la edad no importa

2. 1r dia de convivencia

*Narra Mia:
Oigo un ruido y me despierto. Al principio me asusto al ver mi entorno, pero después de unos segundos me situo: estoy en casa de mi profesor/jefe, en una habitación de invitados, o supongo que ahora la de "la niñera"*. Es bastante amplia y bonita, sin duda tiene buen gusto.
Entonces, una ligera brisa recorre mis senos, miro hacia abajo, estoy desnuda, no me traje el pijama, ni ninguna otra ropa, pues obviamente no sabia que iba a dormir aquí.
Me visto rápidamente y voy hacia el salón:*

-buenos dias- dijo una voz detras mio

M: buenos dias- dije yo medio nerviosa al reconocer la voz del profesor-.

D: ¿cómo has dormido?

M: bien, gracias. ¿y tú?

D: Bueno... he tenido mejores noches que esta...

M: ¿y eso? ¿te encuentras mal?

D: me duele la espalda... no le des importancia, ya me pasará.

M: estoy diplomada en fisioteràpia. Alomejor podría aliviarte.-entonces me di cuenta de que sonaba mal y me sonrrojé mientras intentaba arreglarlo- osea...

D: lo he entendido- dijo riendo-
Supongo que no has dormido así.- dijo señalando sutilmente con la mirada mi camiseta puesta del revés.

M: esta ropa es un poco incómoda para dormir...- dije sonrrojada intentando excusarme.

D: la proxima vez, me puedes pedir una camiseta.-dijo acercándose a mi-

*tragué saliva y cambié de tema lo más rápido que pude:*

M: ¿has desayunado?

D: no -dijo parándose a un milímetro de mi.

M: te prepararé el desayuno. ¿Qué sueles comer?

D: café con leche y tostadas con embutido vegano.

M: ¿eres vegano?- dije sorprendida gratamente ya que yo sí lo era

D: vegetariano supongo, bebo leche de animal porque es la que beben mis hijos.

M: me alegro

D: supongo que tú sí eres vegana.

M: Sí

*acabamos de desayunar, y al recoger la mesa, me tiembla el pulso y se me cae un poco de café, que quedaba en la jarra, en mi camisa quemándome los pechos:*

M: ¡mierda, mierda, mierda! ¡joder cómo quema!- entonces, sin pensarlo, me quito la camisa, quedándome con los pechos al aire delante suyo.

D: ¡joder!- dice con cara de sorpresa.- son más bonitas de lo que imaginaba.

*los dos nos sonrojamos. Seguidamente, él me presta una camiseta suya mientras la mía está en la lavadora:
D: ¿te importa hacerme ya el masaje?

M: claro, ¿tienes una camilla?

*entonces me conduce hasta a una especie de habitación muy rara: hay llacuzi, sauna, armarios y una camilla al fondo. Parece como una especie de zona "chill out".
Me giro, él se quita la ropa y se tumba boca abajo en la camilla. Cojo los aceites que hay en un estante y empiezo: él gime de dolor y de placer. Tiene muchos nudos en la espalda. Después de una hora y 10 min, ya he terminado. Se le ve super relajado.*

M: ya puedes levantarte. Poco a poco.

*Narra Dereck:
no quiero levantarme, noto que la tengo empinada. Me da vergüenza que me vea así. Pero no sé porqué, me estoy levantando de la camilla. Entoces ella me ve, parece impresionada. No dice nada, se acerca a mi y me mira fijamente a los ojos. Entonces la acerco con mis manos por un poco más abajo de su cintura. Mi pene toca su minifalda, ella hace un pequeño gemido de excitación y dice:*
M: yo sí la imaginaba así de grande.