jimin

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Toda su vida había sido un fracaso en el amor.

Ya ni siquiera podía recordar todas las veces en las que trató enamorar a alguien y era él quien terminaba sufriendo las consecuencias y amargas experiencias de una ruptura, a pesar de que la otra persona era la que siempre marcaba todas sus faltas en la relación o en aquellas que apenas estaban tomando forma. De manera torpe y sin ritmo.

Nunca había podido comprenderlo del todo, incluso había leído una infinidad de libros que trataban de amor— y eso de por sí ya le estaba costando bastante— para comprender un poco ese complejo e inexplorado mundo del que sus padres y su hermano tanto hablaban.

Podía recordar con claridad el momento exacto en que su corazón palpitó por primera vez pidiéndole aquello, pegando fuerte contra su pecho, tanto que le había aturdido pues su hermano iba a casarse.

Recuerda estar vestido de traje a sus dieciséis años de edad, sentado en la sala junto a su pequeño mejor amigo, ensimismados completamente en un tema que no era tan importante y de repente, sin haberse dado cuenta, su hermano se había puesto sobre una rodilla frente a su novia de años, sacando un anillo y Namjoon había fruncido el ceño al verla llorar de la felicidad para luego unir sus labios a los de su hermano.

Él nunca había besado a alguien y sus labios habían cosquilleado de la simple idea pero ¿Por qué se mostraba interesado en ello? Esos dos sólo se habían comprometido a vivir el resto de sus vidas juntos, con un tonto papel de por medio y un futuro completamente imprevisto e impreciso esperàndolos.

¿Por qué?

No lo sabía y cuando menos se dio cuenta el tiempo había pasado y no dejaba de verse envuelto en relaciones fallidas, con chicos diciéndole una y mil veces lo mismo, con diferentes palabras:

¿Para esto querías salir conmigo? Ni siquiera sabes lo que es amar, deja de intentarlo y aléjate de mí.

Y era curioso, pensaba Namjoon, él veía las lágrimas en los ojos del primer chico que le dijo eso, veía su dolor, entonces ¿Por qué él sentía que se le oprimía el pecho y que costaba respirar? 

¿Que si sabía lo que era amar? Creía que lo hacía, siendo sinceros. Trataba de tomar a los chicos de la mano pero ellos lo alejaban diciéndole que no deberían hacerlo frente a todos, respondía rápido los mensajes y decían que dejara de molestar tanto, quiso dedicar canciones y recibió un ''¿qué es esta porquería?'' a cambio y envió flores que observó marchitar.

¿Qué, maldita sea, era amar?

Definitivamente no era el piquete incómodo en su pecho, podía apostar a ello.

Jungkook lo reconfortaba, apagaba sus luces y lo obligaba a dormir cuando se sumía en sus estudios para no pensar en aquellas cosas tontas y estúpidas, tan dependientes que seguía sintiéndose idiota por seguir queriendo algo como su hermano tenía con su ahora esposa.

Casa. Así lo había llamado su hermano cuando le preguntó qué era lo que sentía cuando estaba con la persona que amaba.

—Te sientes en casa.

¿Qué especial tenía sentirse así? Él se había sentido en casa cuando llegaba de la escuela y su madre lo recibía con su sopa favorita, o cuando Jungkook llegaba temprano para jugar videojuegos pero su hermano reía cuando Namjoon, seguro de sì mismo, le decía que eso no tenía ningún sentido. ¡Claro que no lo tenía!

Se sentía molesto consigo mismo por haber perdido el tiempo leyendo cosas completamente innecesarias e incluso novelas románticas clichés. Jungkook le insistió que no se diera por vencido pues cada cosa llegaba en el momento indicado al igual que las personas y que a quien él estaba buscando seguramente no estaba demasiado lejos.

serendipia; knj+pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora