Vomitando galaxias

Gotas de lluvia en la ventana del auto

Hey.

Así que decidiste echarle una ojeada a mi libro. Qué bien.

Pues no te voy a engañar, este libro no lo he escrito para entretener a nadie.

Simplemente estoy harto de tantas pretensiones, de aparentar estar serio cuando me quiero partir de la risa.

Me gustan las cosas que no tienen sentido.

Los viajes a la playa con las personas indicadas, y las listas de reproducción que tengo guardadas para ocasiones especiales.

Somos una bola de sentimientos constante, ¿te das cuenta?

Nos movemos.

El chico que está escribiendo esto no será el mismo dentro de veinte años.

¿Y qué pasará después?

No tengo ni idea.

¿Te das cuenta?...

¿Por qué no podemos apreciar más los detalles?

Es decir, estamos en un planeta que gira alrededor de un sol a la velocidad de 107,000 kilómetros por hora.

Y no solo eso, estamos en un planeta que alberga vida. ¡Vida!

Y no hablamos solo de formas de vida simple unicelulares. Estamos hablando de formas complejas de vida como los elefantes africanos, selvas amazónicas, jaguares, ballenas, osos polares, insectos, salmones, hongos, secuoyas... Yo. Tú.

¿Te das cuenta que no somos más que animales con un poco más de inteligencia como para construir naves que nos lleven al espacio?

Pero a fin de cuentas todos venimos de la misma fumarola al fondo del océano.

Es genial, ¿no?

El universo es tan antiguo. Y finalmente nos llegó nuestro momento en este remoto rincón de la galaxia. Pero ¿para qué?

¿Qué estamos haciendo aquí?

¿No te parece tan extraño todo?

Es decir, me levanto en la mañana para dirigirme a un empleo en el que no soy feliz. Una, dos, tres, cuatro, cinco veces... Y luego me detengo. Para empezar otra vez.

¿Qué diría de mí el niño pequeño que soñaba con ser paleontólogo si me viera hoy en día?

¿Y qué hay del que soñó ser director de cine?

¿Fotógrafo para la National Geographic?

¿Rapero?

¿Escritor?

¿Qué hay de ser feliz?

Creo que me perdí de eso en alguna parte.

...

¿Te das cuenta que cada segundo que pasa es un segundo más que nunca va a volver?

Pero aquí estoy, aferrándome a la fugaz existencia de cada uno de ellos durante una breve madrugada de agosto.

Bueno, ya que tuvimos el privilegio de compartir nuestra existencia en este planeta durante un periodo de tiempo, te invito a pasar adelante.

Adelante, léeme.
Me gusta que me leas.
Soy un libro abierto.
Hazme tuyo.

Así me hago un poco más inmortal.