♡ Amigos con derechos ✨ [Minsung] ♡

Séptimo Mandamiento: No pasaréis festividades juntos

Seamos sensatos, si no puedes conocer a su familia, aún menos, pasar festividades juntos.

En especial, San Valentín.

No podéis pasar juntos ni el día mundial del cartero, o el del maestro, el de los niños del cerro. NO.

He aquí mi situación: Era catorce de Febrero y yo estaba pasándolo de maravilla viendo Friends en Netflix mientras comía cereales, cuando la persona más molesta de la Tierra, aka Changbin, me llamó. Me dijo muy entusiasmado que fuera a su casa y luego fuéramos a comer por ahí con su nuevo novio, un australiano llamado Félix. Yo dije que no, pero, conociéndole, me insistiría hasta que cediera.

El muy desgraciado lo hizo.

No quería ver cómo se tragaba al tipo mientras yo comía en silencio completamente incómodo. Así que, sugirió que invitara a alguien.

Pude haber invitado a mi ex incluso, pero lo que hice fue invitar a Minho.
Excelente.

Él pasó por mí a mi casa y nos dirigimos a la de Changbin. Este nos presentó a Félix, que, a decir verdad, me agradó bastante, y luego nos dirigimos a un bar bastante hipster, diría yo.
Evidentemente, el lugar estaba adornado con temática romántica por lo que sólo puede pensar que había sido una terrible idea.

Cuando, finalmente, terminamos de comer, Changbin sugirió que paseáramos por las calles llenas de gente. Agh.

Él estuvo muy romántico con Félix todo el maldito paseo y Minho y yo sólo podíamos desviar la mirada y conversar entre nosotros.

Cuando dieron las diez de la noche, pasamos por el centro de la ciudad, donde había bastantes cosas interesantes: Vendedores ambulantes y esas cosas. Para mi mala suerte, vi un bonito peluche de ardilla, y ¡Oh!
Maldición, mi debilidad. Sin embargo, no quise decir nada debido a mi integridad y poca dignidad que me quedaba, peeeero Minho se dio cuenta.

Y sip, me lo compró.

Después, compramos comida, burbujas, esas varitas que les prendes fuego y sueltan chispas y cosas así. Comenzaba a sentirse distinto a cómo habíamos comenzado el paseo y no estaba tan seguro de cómo detenerlo.

Maldición, me lo pasé realmente bien.

Al final del paseo, fuimos a mi casa y terminamos ese día de una forma más... Ya sabéis a lo que me refiero. Volví a romper el mandamiento uno y sentí que había sido algo más que sólo sexo.
Yo no era así, aquello se me estaba escapando de las manos.

Estaba terriblemente asustado.

El punto aquí, es que no debéis pasar festividades con ese amigo bajo ninguna circunstancia. Seguid mis consejos y mirad mis situaciones como ejemplo, os lo suplico por Jesucristo.

Han Jisung.