Llegando a casa. Anochece.
Efervescentes azules en tránsito.
Anaranjado cielo cálido vivo, de nube esponjosa, color carne melocotón.
El aire es maduro, invita.
La holgada camisa de lino seca, generosa, una gota de sudor y soledad, deslizándose en la piel, por las ganas ...
El gesto. Cotidiano y necesario: el agua de la reciclada jarra brota y enciende el olfato vivo de tierra mojada, albahaca y renacidos claveles suavizando el bochorno del día en las macetas del espléndido jardín en pequeño balcón.
Su transparente, casi metálico y doméstico borboteo de agua apaga la última incandescencia de luz en el agosto de hoy.
Violeta, la perrita, mueve la cola y tose (aix ..), entre alegre y conformada.
Todo está abierto de par en par: A cobarde cal y descanto, a esperanzado descal y canto. Vida. Agosto maduro.
La hora azul, de azurita piel de ciruela, empapa todos los rincones, pliegues y sombras de la ya no tan desordenada casa (como le costaba ...) antes de que les llegue a tocar la oscuridad de la noche.
No se escucha nada. Quietud. Mudez .Fràgil y sosegada soledad.
Brisa noche azul real. Intenso olor a hilo de oscuridad y carnoso tomate rojo maduro.
Todo, todo, cabe en un solo nudo. Un solo nudo redondo color de plata, común, circular y popular.
Todo, todo, duele, al mismo tiempo que esperanza de vida y sonrisa ...
Es la Luna, llena, preñada a punto de parir. Es arado. Removida tierra del ser y el sentir ...
A cada paso, en cada reflejo, en cada gesto de insumisa cotidianeidad, crecen pequeñísimas flores, cremosas, volátiles y sutiles de amargos y espléndidos silencios rosados y anaranjados ...
Y mañana, nacerá, empapado de plateado y fresco rocío otra vez, otro mundo, otra vida, otro día ....
YOU ARE READING
BESOLUNA
Poetryrelato corto de verano, de los efectos de la luna llena de agosto ...