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Agarra al Sr. Rosa. 

—¿Este?

Asiento.

—Joder, eres una chica traviesa, ____.

—Pero te gusta follar a una chica traviesa. Tu pequeña zorra sucia.

—Me encanta.

Empuja al Sr. Rosa en mi coño y me folla lentamente mientras está follando mi culo. Muerdo mi labio otra vez así no grito. Adoro la doble penetración. Tener todos mis agujeros llenos. Una tercera polla encajaría en mi boca, dándome todo lo que podría querer. Se me hace agua la boca ante el pensamiento de una verga dura contra mi lengua.

—____…

—¿Hmm?

Me besa con la boca abierta mientras ambos cabalgamos las endorfinas lentamente hacia la terminación. No es follar hasta sacarte los sesos esta vez. No queremos hacer demasiado ruido. Y parece que el Sr. Park quiere hacerse durar tanto como sea posible. Me corro tres veces más antes de que él finalmente no pueda retenerlo más y se deje ir.

Abandona al Sr. Rosa, agarra mis caderas y empuja una docena de veces antes de que se rinda. Se corre en mi culo, llenando el pasaje de mi espalda con su semilla caliente. Su polla tiene más de siete espasmos antes de que finalmente se detenga. Aprieto su eje con mis músculos anales. Él jura, luego ríe tranquilamente.

El Sr. Park se retira así puedo girarme para encararlo. Nos besamos, nuestros miembros enredados en un abrazo de amantes. Acaricio el lado de su mandíbula. Su barba de cinco en punto se siente áspera contra la piel lisa de mi palma. Me doy cuenta que nunca me ha importado demasiado ningún hombre como me importa él. Por supuesto no le diré eso. No quiero asustarlo.

El Sr. Park siempre tendrá un lugar especial en mi corazón. Es el primer hombre con el que alguna vez he fantaseado. Cuando me masturbé por primera vez, me lo imaginé tocándome. Cuando mi primer novio tomó mi virginidad, cerré mis ojos e imaginé al Sr. Park tomándome.

Siempre ha sido el Sr. Park Hyung Sik Mi hombre de fantasía.

Quiero decirle mil cosas sobre mis sentimientos. Mis emociones. Pero era mejor que no lo hiciera. No quiero arruinar el momento.

El Sr. Park parecer ser del tipo de hombre que no comunica sus sentimientos con palabras. Así que solo nos besamos. Y nos tocamos. Y nos besamos hasta que ambos caímos dormidos.

En la mañana despierto y veo que el Sr. Park se ha ido. Como también el Sr. Rosa. Me imagino que lo ha tomado como recuerdo y no me importa. En realidad, parece un poco dulce.

Probablemente quería algo que le recordara nuestro encuentro.

Eso o quería usarlo en sí mismo.

Río. No. El Sr. Park es demasiado macho para hacer algo como eso.

Más tarde, mis padres me llevaron a Ming en Shangai y soy dirigida al mundo real, viviéndolo por mi cuenta por primera vez.

Y no puedo esperar

Sr. Park Hyung Sik (hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora